
Paisaje urbano
Eduardo Osborne
La sentencia del político
Es lo que le ha faltado decir al presidente de la Autoridad Portuaria. Y no ha dicho unos monillos porque todos hemos visto las infografías. Una falta de respeto tan innecesaria como impropia de un representante público que ha utilizado esos “dibujos” durante siete años para intentar convencer a la ciudad de las bondades de construir un hotel dentro del puerto de Málaga. Tan gratuita como incoherente con siete años de tramitación del cambio de un Plan Especial bajo la justificación urbanística y arquitectónica de esos mismos dibujos.
Sobre la construcción del hotel en el dique de levante podemos estar o no de acuerdo. Cualquiera que me haya leído ya sabrá que no lo estoy. El suelo portuario es un bien escaso y de muy difícil obtención. En consecuencia, su consumo con un uso que no sea el propio de un puerto es una hipoteca sobre un espacio de oportunidad. Sobre su reserva estratégica de suelo. Al mismo tiempo, la ubicación de un uso tan intensivo como un hotel y los usos complementarios comerciales y de centro de convenciones ?que parece que terminarán siendo principales?, proyecta largas sombras sobre su incidencia en la circulación por la Malagueta y, más concretamente, por los paseos de la Farola y Ciudad de Melilla. Pero esto es una cosa y otra distinta, que, una vez que el arquitecto local ha finalizado la tramitación urbanística y los promotores lo han cambiado por uno del star system, la misma administración que lo ha paseado por todos los foros habidos y por haber desprecie su trabajo como si se tratase de un clínex sucio.
Es evidente que el proyecto que ha entregado Chipperfield, y que por ahora nos ocultan, es un documento más completo y elaborado que los dos anteriores de Seguí. El propio procedimiento administrativo así lo demanda. Y no solo este, también el alcance de las fases del encargo que los promotores han ido haciendo al estudio del arquitecto malagueño, sobre que el podemos empezar a pensar que nunca tuvieron intención de culminar. Es ahora cuando se debe entregar un proyecto definitivo que desarrolle del que anteriormente ha servido de base de todo el debate sobre su idoneidad. Los sabe la Autoridad Portuaria y por eso, es indignante que lo único que se le ocurra al Puerto para defender el trabajo del nuevo arquitecto sea tirar por el suelo el del arquitecto malagueño. El de uno de esos ciudadanos a los que este hotel viene a incrementar su riqueza.
También te puede interesar
Paisaje urbano
Eduardo Osborne
La sentencia del político
En tránsito
Eduardo Jordá
Inocencia
Confabulario
Manuel Gregorio González
E l rostro de santa t eresa
La ciudad y los días
Carlos Colón
‘s anculotismo’ de garrafón
Lo último