Quousque tandem
Luis Chacón
Propósitos de Año Nuevo
Que digo, que como no tenemos otra cosa que hacer este sábado, podríamos aprovechar para acercarnos a ver el partido del Marbella contra el Atlético de Madrid y liarnos a leches con la hinchada contraria. Que esos, seguro que no defraudan. Primero, un paseo por la ciudad escoltados por la Policía Nacional para desentumecer las piernas después del viaje. Y por medio de la calzada, que ir por la acera es de payos. Después, unas cervecitas, y al final, a lo nuestro. A partirle al crisma a los de enfrente. Que no nos han hecho nada, salvo querer partírnosla a nosotros por querer partírsela a ellos. Normal. Así que cuando los veamos, nos armamos con las sillas y las mesas del bar en el que estemos y a probar quien la tiene más dura. Y con los platos. En lugar de hacer tiro al plato, hacemos tiro con plato. A lanzárselos como si estuviéramos en la playa jugando con el frisbee ese. Pero que, si la cosa se pone sosa, siempre nos podemos dar de palos con la policía. Aunque con esos la cosa tenga menos gracia porque son menos radicales y aguantan carros y carretas antes de cargar contra nosotros. Y cuando lo hacen, parece que lo hicieran con desgana y sin profesionalidad. ¡Igualitos que los del Caudillo! Además, el sábado tampoco parece que vaya a haber muchos. Se deben creer que somos unas nenazas y no han declarado el partido de alto riesgo. Pues se van a enterar de lo que vale un peine, que estarán liadísimos con la organización de las cabalgatas de Reyes y controlando la protesta de los vecinos en el Parque del Oeste. Vaya a ser que un pato del estanque salte la valla y arruine el Festival de las Linternas. Luego, al terminar la bronca, tranquilitos. Nos vamos para el estadio, que tenemos asientos reservados, y vemos el partido chillando como cochinos capaos. Que se note que hemos venido y que el club esté contento de cómo animamos. Que, si no es por nosotros, el ambiente se viene abajo y esos paquetes no le meten un gol al arco iris por muchos millones que les paguen. Lo dicho un plan dabuten. Mejor que quedarse en casa. Turismo con los colegas, cervecitas, y deporte activo y pasivo. Vamos, que no entiendo porque no hacen lo mismo los aficionados de los clubs del baloncesto o rugby. Y mira que, en ese deporte, lo normal tomarse unas birras mientras los jugadores se dan de leches. Pues ni por esas cunde el ejemplo. Seguro que los clubs no se lo permiten.
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