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En esta habanera de indultos y aplausos a condenados e imputada –dicho sea con permiso de Antonio Burgos y Carlos Cano– España es Washington con más indultitos y Washington, España con más salero indultando. Porque hay que tener salero para, como ha hecho Biden, dar un indulto “total e incondicional” a su hijo tras prometer que no usaría esta prerrogativa jamás antes utilizada para beneficiar a un pariente tan directo condenado por delitos tan graves.
Parece que a ambos lados del Atlántico las promesas presidenciales tienen el mismo valor y que se podría repetir la frase de Leire Pajín –“estén atentos al próximo acontecimiento histórico que se producirá en nuestro planeta: la coincidencia en breve de dos presidencias progresistas a ambos lados del Atlántico”– en versión de Biden y Sánchez, dos presidentes progresistas indultadores. Biden lo ha hecho antes de abandonar la Casa Blanca. Sánchez lo hizo para ganar la Moncloa.
Tampoco es cuestión de meterse con el anciano. Un padre es un padre. Y total, la criatura solo había sido hallada culpable de tenencia ilícita de armas y se había declarado culpable de fraude fiscal. Las dos penas sumaban un total de 42 años de cárcel. ¿Qué padre que pueda evitarlo no lo haría? Previsor, papá Biden ha tenido buen cuidado no solo de exonerar a su niño de las dos causas pendientes, también de cualquier posible delito cometido entre 2014 y 2024.
En España los indultos se dan a granel, las amnistías son moneda de cambio presidencial y los aplausos a los condenados o a la imputada atruenan el Congreso sevillano del PSOE. ¿Cómo no habían de aplaudir a los condenados y a la imputada si el caso de los ERE no ha existido o ha sido inflado por el trío infernal de la oposición, los medios y los jueces, y si –como dijo Cerdán– las actuaciones judiciales y los medios han desatado una “cacería humana” y la puesta en funcionamiento de una “industria de odio” que ha generado “fango, ruido, bilis sin parar con el objetivo de generar caos”? ¿Cómo no habían de aplaudir al campeón de los indultos y las amnistías si –como dijo Montero– Feijóo y el PP dirigen un “discurso golpista” contra Sánchez, “no aceptan las urnas” y su “único proyecto es “derribar, tumbar y derrocar a un Gobierno democrático”? Con razón reverencian a este San Jorge que lancea al dragón que vomita fango y bulos por sus tres cabezas de la UCO, los jueces y la prensa.
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