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Disques Cinémusique ha ofrecido en seis volúmenes la antología más completa de muchas de las más de 300 bandas sonoras que Max Steiner compuso entre 1931 y 1965 (los tienen en Spotify). Steiner, padre fundador de la música de cine americana desde su llegada a Hollywood en 1929, se llamaba Maximilian Raoul Walter Steiner y había nacido en Viena.
Era europeo, como todos los fundadores de la música del cine americano que se establecieron en Hollywood en los años 30, muchos huyendo de los nazis: el ruso Dimitri Tiomkin, el húngaro Miklos Rozsa, el austríaco Erich W. Korngold o el prusiano Franz Waxman. Los únicos grandes compositores nacidos estadounidenses fueron Alfred Newman, hijo de inmigrantes judíos rusos, Hugo Friedhofer, hijo de inmigrantes alemanes, y Victor Young, hijo de inmigrantes judíos polacos que regresó a Polonia, donde se formó musicalmente, volviendo en 1920. Ellos crearon el sonido de Hollywood.
Por casualidad mientras oía al austríaco que, desde Lo que el viento se llevó o Casablanca a Centauros del desierto, compuso la música que más suena a Hollywood, leí un artículo dedicado a la gran Meryl Streep en el que se destacaba sobre todo su defensa de la multiculturalidad: “Hollywood está plagado de forasteros y extranjeros. Si los echamos a todos no tendréis otra cosa que ver que fútbol”.
No sé por qué le daría por el fútbol, lo sorprendente es que ignorara no solo que Hollywood ha estado siempre plagado de forasteros y extranjeros como los músicos citados, sino que fue creado por ellos: Universal fue fundada por el alemán Carl Laemmle, Warner por unos hermanos polacos, Columbia por el hijo de un sastre alemán, MGM por el ruso Louis B. Mayer, el polaco Samuel Goldwyn y el hijo de emigrantes austríacos Marcus Loew, 20th Century Fox por el húngaro William Fox y el ruso Joseph M. Shenk, RKO por el bielorruso David Sarnoff. Todos ellos, por más señas, judíos que llegaron en los años 10 con una mano delante y otra detrás huyendo de los progromos, como dos décadas más tarde grandes actores, directores, cámaras, guionistas, escenógrafos y compositores llegaron huyendo de los nazis. Hollywood, admirada Meryl, siempre estuvo plagada de forasteros y extranjeros. Es más, lo hicieron. Otra cosa es la segregación de los propios estadounidenses negros o latinos.
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