Jabalíes

Hace casi 24 años, Javier Pradera nos recordaba a los jabalíes en una columna: ‘El 31 de julio de 1931 José Ortega y Gasset, diputado de la Agrupación al Servicio de la República, se dirigió a los representantes recién elegidos de las Cortes Constituyentes para pedirles que evitaran reproducir algunas lamentables sesiones parlamentarias de los tiempos de la Restauración. ‘Nada de estultos e inútiles vocingleos, violencia en el lenguaje o en el ademán; hay, sobre todo, algo que no podemos venir a hacer aquí: ni el payaso, ni el tenor, ni el jabalí’ (‘Jabalíes, tenores y payaso, El País, 21 de noviembre de 2021). La verdad es que, si contemplamos los plenos del Parlamento o las sesiones de control al Presidente del Gobierno, no hay semana en que no recordemos esta difícil legislatura, esta política de trincheras, este tono alto y desabrido, estas actitudes obstruccionistas, este diálogo de sordos. Ante todo, prima el teatro, la pose, la bronca, los malos modales, la chulería, el filibusterismo político y el cambio de opinión y de voto en la Cámara mirando más hacia la intención de voto de las encuestas que a la discusión seria de los problemas y a las buenas razones. Qué poco vemos el diálogo que gestione los conflictos, el que busca consensos, el que busca las políticas posibles.

La política de hacer el jabalí viene de lejos, como escribía Ortega, ahora la vemos de cerca, en un gobierno de coalición atenazado por los desacuerdos, zarandeado por Junts y con la dura oposición del PP y todo ello en una Europa a la defensiva e intentando recomponerse ante Trump, que, sin duda, reúne los tres rasgos: el nuevo payaso, el nuevo tenor y el nuevo jabalí. Al final, fíjense no sólo Ortega vuelve a tener razón y ‘hay una política de hacer el jabalí’ sino que incluso hay algunos líderes que son ‘unos nuevos jabalíes que hacen política’. El jabalí ha pasado de anécdota a categoría, ya es casi una nueva noción política. Es más, se ha convertido en tema de preocupación del Congreso de los Diputados.

Vox ha registrado en el Congreso de los Diputados una pregunta por escrito para pedir explicaciones al Gobierno central por la presencia “cada vez más habitual” de jabalíes en zonas urbanas de Málaga capital y del resto de la provincia. El escrito advierte el “peligro que la presencia de jabalíes supone para los malagueños, ya que cada vez son más habituales y estos se agrupan en manadas cada vez más grandes”. La razón de todo esto: Ayer, una piara de jabalíes estuvo paseando tranquilamente por el Paseo del Parque, cerca de las inmediaciones del Ayuntamiento, según informó este periódico. En el comunicado de este partido se desea saber cuántos ejemplares hay en la actualidad en la provincia de Málaga y en las inmediaciones de la capital, además de preguntar por las medidas con las que se podría hacer frente a su presencia.

Ya ven, quién nos lo iba a decir, los jabalíes tan lejos y tan cerca. Algo cercano y entre nosotros en Málaga, en esta ciudad, y menos lejano de lo que creemos, en la política, donde ya estaban, pero vuelven con fuerza. Sin darnos cuenta, ahora con más intensidad, ya están aquí.

stats