Marchando una de vivienda

Mesa 8

14 de enero 2025 - 03:05

El que me conoce sabe que me he pasado casi medio siglo en el mundo de la promoción y construcción de viviendas. El problema de su adquisición, a la que tiene derecho todo ciudadano, ha sido recurrente siempre. Nunca he sabido cuál es su solución, pero estoy seguro de que la saben mucho menos que yo los políticos.

Tras el brindis ritual con el Dry Martini, a alguien se le ocurrió sacar a colación el problema de la vivienda, su escasa oferta, sus precios astronómicos, el impacto social que conlleva su inaccesibilidad, especialmente en los jóvenes, y el repentino interés por parte de los partidos de vender soluciones. Pareciese que el problema hubiese surgido de la noche a la mañana con el inicio de 2025. Todos los partidos ofrecen soluciones. Pero el viejo ladrillero sabe que, lo que no se ha solucionado en 20 años que lleva coleando el problema, solo se soluciona reduciendo la burocracia, poniendo pasta y dando tiempo al tiempo, porque la vivienda no es un huevo que se echa a freír.

Málaga necesitaría triplicar la construcción de viviendas para equilibrar oferta y demanda. ¿Por qué no se construye ni pública, ni privadamente? Pues básicamente porque la maquinaria burocrática es una rémora. Y no se trata de aumentarla para que funcione mejor sino, por el contrario, de adelgazarla ¿Cómo? Anulando competencias a las administraciones, entre otras medidas. Un poner, que dicen en mi pueblo; el PGOU en vigor, contempla el suelo y el número de viviendas que necesita la ciudad. Lo que no puede pasar es que, como a mi me sucedió en Teatinos, el plan parcial tardase en aprobarse 10 años. Unas 2.000 viviendas estuvieron paradas esperando a que un burócrata le diese el visto bueno. Ahora sé de algún plan parcial que lleva el mismo camino porque está pendiente de que Cultura o Medio Ambiente, que son competencias de la Junta, les den el visto bueno a los estudios correspondientes ¿Por qué no tiene las competencias el Ayuntamiento para aplicar la ley que haya aprobado la Junta?

Pero el problema más grave quizá (y sin quizá) no sea incrementar la oferta. El problema más grave es no tener una oferta a un precio asequible para las clases de rentas bajas. Claro que, con un paro juvenil (16- 24 años) del 30% (casi 500.000 jóvenes) en España; un salario mínimo de 16.000.-€/año; una renta mínima vital de 430.-€/mes; o una renta media nacional de 21.000.-€/año; cuando el precio medio de venta del m2 de vivienda, en Málaga, es de 3.500.-€, va a ser muy difícil que la mayoría de personas o familias que necesitan vivienda tengan acceso a ellas. Dice nuestro presidente andaluz, Juanma Moreno, que la solución es “menos impuestos y menos trabas”, pues lo primero está bien, pero lo segundo que aprenda que no se simplifica nada con más leyes que no hacen más que complicar lo ya complicado. Menos leyes, menos intervencionismo y menos burocracia y burócratas. A la oposición andaluza y municipal les digo lo mismo. Sus soluciones intervencionistas llevan fracasando desde 1914. Está más que demostrado lo que ya nos advirtió el economista, pensador y escritor francés del siglo XIX, Frederic Bastiat: “La intervención del gobierno en la economía solo crea distorsiones y desequilibrios”.

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