Microcosmos

23 de diciembre 2024 - 03:06

Los conceptos de microcosmos y macrocosmos tradicionalmente se han enfocado desde la vertiente filosófica, biológica o física. Y también sociológica, esto es, el entorno inmediato y la sociedad en general. Me interesa especialmente esta perspectiva porque no requiere el grado de especialización que las anteriores necesitan. Nuestro macrocosmos podría aludir a nuestro país, Europa y el mundo. Lógicamente, micro y macro se encuentran estrechamente interrelacionados aunque nos obstinemos en soslayar esos hilos, tan sólidos como bramantes, con que están conectados. La política, la sociología y la ideología sostienen este macro universo.

Nuestros microcosmos pueden ser multicelulares, es decir, los entornos donde nos desarrollemos como animales sociales. No necesariamente han de estar interconectados: uno puede ser el magister con sus compañeros de trabajo y ser un donnadie en su entorno familiar. Uno o una puede brillar en su comunidad porque es un vecino ejemplar y al mismo tiempo convertirse en un ser anodino dentro de su camarilla. A menudo, elegimos los microcosmos donde preferimos desenvolvernos. Sé de compañeros que eran auténticos líderes o lideresas en sus empresas y fuera de ellas desapercibidas personas sin voz, ni voto; seguramente porque no les interese o porque debe de ser agotador ser el number one en todo. Es cierto, el ciudadano a menudo necesita adherirse a un grupo social y consolidarse como alguien imprescindible o importante, bien en una pandilla, un club social o una espontánea quedada. Por otro lado, hay personas que necesitan ser los cabecillas de todo y en todo. Si comprueban que en un grupo no son determinantes, lo más seguro es que se retiren, se reinventen o creen su propia agrupación de acólitos. Que conste que no es una invectiva, simplemente es una insustancial observación, ya que cualquiera tiene el completo derecho a ser líder o seguidor. Se trata también de una alusión al micro y macrocosmos de las RRSS. Los hay quiénes se desviven por conseguir y coleccionar seguidores como si fueran cromos y, por otra parte, se hallan los followers, los que carecen seguramente de aquella ambición. Nunca será tarde cuando adviertas la frivolidad y la desmaña que envuelve este concepto dual. Nunca será tarde cuando comprendas que la felicidad auténtica no reside en ser cabeza de grupo o convertirte en un magnífico líder o influencer. Usted tampoco necesita ser un súbdito que alimente las ínfulas de aquel.

En cualquier caso, cada cual es libre de posicionarse aquí o allí; pero sería interesante que cada cual realizase una profunda autocrítica para averiguar cuáles son sus carencias y qué salsas desea untar para nutrir su insípida vida.

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