El modelo espacio-temporal

Desde que Gaspard Monge postulase en el siglo XVIII las bases de la actual geometría diferencial, han sido muchos los matemáticos que han estudiado los modelos espacio-temporales para buscar soluciones a los nuevos problemas de la humanidad. En esta tesitura encontramos hoy a una clase política que se esfuerza cada día tratando de mirar al futuro, y otra más holgazana que no deja de excusarse y esconderse en el pasado. Es evidente que, a la hora de elegir quien puede gestionar los recursos y diseñar una sociedad mejor, el segundo de los perfiles genera cada vez más dudas.

Este año 2025 comienza con el nacimiento, desde el 1 de enero, de la nueva generación beta. Además de ser la segunda promoción en vivir plenamente en el siglo XXI, su principal característica es que, en su mayoría, serán los habitantes que iniciarán el siglo XXII. Nacer en un momento donde la inteligencia artificial empieza a desarrollar muchas de las tareas actuales genera, sin duda, una gran incertidumbre, pero cada tiempo ha traído sus propios retos.

Cuando observamos los acontecimientos que se plantean a nuestro alrededor, nos encontramos con el año jubilar o jubileo, donde la iglesia católica celebra cada 25 años un momento especial de perdón y reencuentro. Este hecho proviene del jubileo judío, que cada 50 años celebraba la libertad de los esclavos y la restitución de las propiedades. Es decir, es un año de poner los contadores a cero, para tratar de hacerlo mejor en el futuro.

Sin embargo, para algunos se trata de un año que llenar con acontecimientos que recuerden el final de la última dictadura española. Curiosamente muchos extranjeros se preguntan por qué un gobierno socialista se esfuerza tanto en conmemorar la muerte de Franco. Para ellos es ilógico gastar tiempo o recursos en algo ya olvidado, pero hay que explicarles que ante la falta de expectativas electorales, el “francomodín” es siempre una última salida. Desde luego así va a ser difícil que dejen de pensar que “Spain is different” en lo que respecta a nuestra clase política.

Por tanto, puestos a celebrar, cabe recordar que este año se cumple el 75 aniversario del premio nobel de literatura concedido al brillante matemático Bertrand Russell quien, en su esfuerzo por entender a nuestros gobernantes, fue capaz de decir: “Los científicos se esfuerzan por hacer posible lo imposible. Los políticos por hacer lo posible imposible”.