La Rayuela
Lola Quero
El rey de las cloacas
Hace tiempo que ya no son ni excepción, ni novedad. Hoy, y cada vez más, vemos a más mujeres poderosas y, desde luego, españolas. Seguro que recuerdan a Nadia Calviño, la que fue Vicepresidenta Primera del Gobierno y Ministra de Economía cómo fue nombrada Presidenta del Banco Europeo de Inversiones, a principios de 2024. Tenía una amplia experiencia económica en instituciones europeas previa a ser ministra y deseaba continuar su carrera en Europa.
Hace tres días, Teresa Ribera, la Vicepresidente Tercera del Gobierno y Ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha sido nombrada como vicepresidenta ejecutiva para Transición Limpia, Justa y Competitiva, y será la responsable de la cartera de Competencia.
Sin duda, el desafío político de Teresa Ribera es fascinante pero difícil. Lo extraordinario es asumir una vicepresidencia y una comisaría que le otorga mucho poder, lo cual la convierte en una de las mujeres más poderosas de la UE. Lo difícil es ejercer ese poder siendo coherente con sus principios y con la obligación de propiciar consensos en una comisión de muchos. Recordemos que ella representa a un minoritario sector progresista de 4 socialdemócratas en una comisión de 27, mayoritariamente conservadora.
El enfoque de competencia, relacionado con las fusiones y las reglas de ayudas de Estado, es uno de los grandes vectores de la modernización industrial de Europa. Y la agenda verde va a ser fundamental para la economía y el bienestar de las personas, pero también para la lucha contra el cambio climático. La política industrial, las relaciones con las grandes empresas tecnológicas y la política medioambiental europea. Todo ello, en un contexto político complejo: de mayor influencia de la extrema derecha y en el que la nueva vicepresidenta deberá también aglutinar las posiciones de la izquierda –socialdemócratas, izquierda y verdes-.
Sea como sea y lo que Teresa Ribera pueda hacer, ella y los políticos que tenemos en las instituciones europeas –Josep Borrell, Nadia Calviño, Luis de Guindos, etc- constituyen una representación de lo que somos y representamos en Europa y, por tanto, sus candidaturas deberían de ser vistas como una cuestión nacional. No se entiende, la actitud del PP de estar en contra de la candidatura de Teresa Ribera cuando ni siquiera el grupo europeo ha mantenido esta postura. En este caso, creo que se equivoca haciendo de este nombramiento un tema de oposición.
Decía al principio, que hoy tenemos más mujeres poderosas que antes. He hablado de Teresa Ribera pero el avance la mujer es imparable. Pablo Simón en su artículo titulado La nueva lucha de sexos afirma: “Hoy, a nivel global, son las mujeres las que tienen mayor educación en Occidente. En el caso de nuestro país el INE apunta que entre los 25 y los 29 años hay un 57,2% de universitarias frente a un 43,3% de equivalentes masculinos. Por el contrario, el abandono escolar es cinco puntos superior en ellos”. Es cuestión de tiempo, pronto ocuparán más mujeres los niveles más altos de todos los empleos y habrá nuevas generaciones de mujeres poderosas. Ya las vemos en la sociedad. Ya las vemos venir.
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