El mundo de ayer
Rafael Castaño
Tener un alma
La Junta vive un agosto con intensa lluvia política. Un diluvio de nuevos altos cargos, que el Gobierno andaluz aprueba incluso por videoconferencia para no interrumpir las vacaciones de algunos de sus miembros. El presidente completaba en estos días el decreto de estructuración de las 13 consejerías que conforman el Ejecutivo autónomo, dos más que durante su primer mandado. El documento se sintetiza en 13 viceconsejeros, 43 secretarías generales y 64 directores generales. Si fuera una bonoloto ya tendríamos los números de la suerte: 13-13-43-64 y, lógicamente el 1, el de Juanma Moreno, aunque no precisamente el complementario.
Profesionales de confianza del PP o de algunos consejeros, designados a dedo para copar los tres primeras líneas del escalafón de la Administración autonómica andaluza. Dice el nuevo consejero de Presidencia, Antonio Sanz, que el aumento de personal colocado es "prudente". Unos veinte más, se estima en un primer repaso. El diputado encargado de la deconstrucción de Ciudadanos, Guillermo Díaz, ya ha advertido de que "esas cosas" pasan en ausencia de los liberales.
La literatura política es pródiga en argumentarios. Por criterios de "eficiencia y racionalización", por ejemplo, se crean dos nuevas secretarías en la Consejería de Educación. Ahora como la gran apuesta es la FP, no basta con una dirección general. Necesita también una secretaría. Y en Empleo también le reservan otra dirección. Será por transversalidad. Por cierto, a la educación concertada también le dan rango de dirección.
Para que nadie dude del "compromiso firme de la Junta para avanzar en la igualdad entre hombres y mujeres", esas políticas suben un escalón burocrático y ahora disponen de una secretaría general. En un revuelto que incluye Familia, Violencia de Género y Diversidad. Más secretarías de nuevo cuño. A una de Salud la han denominado de "Humanización". ¿Quién se opone? Y en Agricultura existía una dirección general de Recursos Hídricos. Pero la Junta dispondrá también de un secretario general del Agua. Un término más claro. Mucho cargo y poco líquido.
Los alcaldes tienen fama de pesados y más con las elecciones en el horizonte. Antes dependían de Presidencia. Pero Juanma Moreno los acaba de mandar a la cartera de Justicia. Y tanto con la Sostenibilidad, Medioambiente y Economía Azul, el decreto despacha la estructura de esta nueva consejería en solo 17 líneas. Peor es lo del nuevo consejero de Industria. Al no ser del PP, pensarán que tiene pocos que colocar y sólo le dan tres secretarías y un director general.
También te puede interesar
El mundo de ayer
Rafael Castaño
Tener un alma
¡Oh, Fabio!
Luis Sánchez-Moliní
La semana ‘horribilis’ de Sánchez
Quizás
Mikel Lejarza
Hormigas revueltas
Vía Augusta
Alberto Grimaldi
‘Informe caritas’
Lo último