Pressing Catch

Como explica el profesor Shameless, un principio básico del populismo es la búsqueda continua del enfrentamiento político. Idea que, llevada al extremo, desarrolla magistralmente George Orwell en 1984 con aquella guerra eterna entre Eurasia, Eastasia y Oceania, en la que las alianzas cambiaban en el momento en el que uno de los contendientes se encontraba próximo a la derrota. Se trata de mantenerse en la bronca permanente con un enemigo culpable de todos los males de la humanidad desde su expulsión del paraíso. Una pelea que obligue a tus seguidores a mantener prietas las filas, carentes de la menor reflexión críticas sobre lo que pasa en casa, ante el peligro de que el diablo pinchapapas te sumerja en los fuegos del infierno. Y en este ejercicio, en el que Ayuso y Milei son verdaderos maestros, si hay que ponerle una medalla al presidente argentino por los “los importantes vínculos históricos, culturales, lingüísticos y económicos que nos unen”, se le pone. ¿No guardamos luto por la reina de Inglaterra? Aunque, en seis meses en el gobierno no haya podido hacer, ni hecho, gran cosa por incrementarlos, y los que existen no se deban a él. Porque, si te paras a pensar cuál es la labor institucional realizada, que la ley que regula esta distinción honorífica de la Comunidad de Madrid dice reconocer con esta medalla, Milei coge el avión para Alemania y no se te ha ocurrido nada.

Lo importante de estos enfrentamientos es el espectáculo. Que el león ruja. Y si cuando lanza el exabrupto salpica a su maestra de ceremonias, tampoco hay nada que reprocharle. A él le han condecorado por la cara, no por pensar. Y cuando habla de las manos porosas de los políticos, que no son necesariamente las suyas, sino que pueden ser las de sus hermanos y parejas, no tiene por qué saber que la presidenta madrileña no está sola en el mundo. O sí lo sabe, pero le da igual, porque esa es la libertad que defiende.

Lo importante es el espectáculo de la confrontación. Llegas a Madrid en viaje no oficial al que intentas darle cierto aire de oficialidad, te encaramas a las cuerdas del cuadrilátero, gritas al presidente del gobierno súbete si te atreves y arrancas el aplauso de tus seguidores de Pressing Catch desde la seguridad de que no llegará la sangre al río. Patxi López, los ha calado y se ha limitado a comentar que lo de Ayuso es meramente “por jorobar”. Punto y final. La duda es si a Sánchez o a Feijóo.