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Feijóo se la juega el 28 de mayo y lleva semanas recorriendo España para conocer personalmente a las personas más activas de su partido, escuchar y tomar decisiones sobre los candidatos a las municipales y autonómicas. Sus bastiones son Andalucía y Galicia, que no van a las urnas en esta primera cita, pero está impulsando cambios en varias regiones, y en Génova existe la esperanza de mejorar los resultados en Valencia, Aragón y Extremadura. Hay sin embargo un punto flaco en el mapa del PP, un punto negro: Cataluña.
Feijóo necesita ampliar el número de diputados de Cataluña si pretende llegar a La Moncloa. Hoy solo son dos. Los ha tenido mucho mejores, y el pírrico resultado del 2019 demuestra que los catalanes no están conformes con la política del PP en su región.
Núñez Feijóo ha viajado con frecuencia a Cataluña desde que es presidente del PP, pero se le acusa de centrarse en los encuentros con empresarios y no fomentar el acercamiento a la ciudadanía y a las fuerzas sociales, más allá de las organizaciones que defienden el castellano y luchan contra los independentistas. Feijóo busca candidato a la alcaldía de Barcelona y tantea nombres del partido, pero también figuras emblemáticas que podrían presentarse como independientes. Una experiencia que en el pasado no dio buen resultado, y que algunos intentan quitarle de la cabeza.
El actual presidente, Alejandro Fernández, probablemente será candidato al Congreso. Es un gran parlamentario -fue portavoz en el Parlament- pero no ha sido capaz de fortalecer el partido. Votantes tradicionales del PP en Cataluña se quejan de que la dirección nacional actúa con exceso de tibieza ante asuntos que indignan a quienes se sienten españoles sin complejo y echan de menos a Alejo Vidal Quadras, hombre de verbo encendido que tuvo un gran resultado electoral. Sin embargo, la candidata última del PP, Cayetana Alvarez de Toledo, también muy dura con los independientes, tuvo un resultado electoral ínfimo, lo que indica que el votante tradicional del PP quería otro tipo de discurso y prefirió irse a Vox o a Cs. La situación es delicada, y necesita colocar en la alcaldía a alguien que, desde la oposición, potencie al PP y cree un clima favorable para lograr, al menos, media docena de diputados por Cataluña en las generales.
Enero es clave. Para Feijóo, Cataluña no puede ser un reto más. Debe ser prioridad. Para sumar escaños… y para demostrar que el nuevo PP planta cara a los partidos que se llaman constitucionales pero ceden ante el independentismo.
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