¡Oh, Fabio!
Luis Sánchez-Moliní
¿Dónde está la ultraderecha?
EL ZOCO
CADA vez que en nuestra ciudad el Ayuntamiento habla de hacer torres, aparece automáticamente la oposición aludiendo a la especulación para oponerse a ellas. Nada más absurdo y erróneo. La especulación urbanística nunca ha estado ligada a la altura sino al exceso de edificabilidad y la sobreexplotación del suelo. Está claro que la oposición suspendería unas oposiciones urbanísticas, ya que tiene pocas alturas de miras en estos temas. Puede existir una mayor especulación con los proyectos, tan comunes en nuestra provincia, de viviendas adosadas que con una buena edificación en altura. La propuesta salida a la luz de construir dos torres de treinta alturas en Martiricos es simplemente magnífica. Supone ocupar con la edificación una menor cantidad de metros de suelo, representa un símbolo de modernidad para Málaga, revitaliza y dignifica todo el entorno y se ubica en un punto estratégico de la ciudad como es su entrada norte. Por tanto, nunca se podrá entender que pueda suscitar el rechazo de los partidos de la oposición que, precisamente por enarbolar la bandera de la progresía, debieran defenderlo a ultranza y, más aún, exigir al equipo de gobierno que trabaje en esa dirección, por suponer un auténtico cambio de la concepción mediocre, consumidora de suelo, retrógrada y absurda que hemos mantenido en los últimos años en el urbanismo malagueño. En este caso la oposición debería velar por que los parámetros de zonas verdes, equipamientos, viarios, condiciones de movilidad, etc., se cumplan rigurosamente y nada más ¡que ya es bastante!
Por otra parte, el equipo de gobierno, con el alcalde a la cabeza, tiene la obligación de mantener y procurar que proyectos como éste florezcan en Málaga, escuchando a la oposición pero oponiéndose a ella si fuere necesario y, desde luego, eligiendo los sitios adecuados y resistiendo la tentación de usarlos con el fin último de llenar las siempre depauperadas arcas municipales. No hace mucho tiempo que, desde esta misma columna, criticaba lo que denominé "Las Torrepsoles", refiriéndome a las torres proyectadas en los terrenos de Repsol, y lo hice no por su altura, sino porque en él se incrementaba la edificabilidad y porque tenía serias dudas de que su ubicación fuese la adecuada, a más de otros motivos. Con las torres de Martiricos estamos ante un caso totalmente distinto. Su ubicación es excepcional porque no plantea problemas de infraestructuras y porque las deficiencias de equipamientos que pueda tener la zona, lejos de incrementarlas, puede venir a solucionarlas.
Si además de todo eso, podemos disfrutar de tener en Málaga una arquitectura firmada por el premio Pritzker, Ieoh Ming Pei, autor, entre otros muchos proyectos en todo el mundo, de obras como la Pirámide del Museo del Louvre en París, la Torre del Banco de China en Hong Kong, la Galería Nacional de Arte en Washington o la Torre Espacio en Madrid, la propuesta no tiene discusión. Adelante, alcalde, y que, en nuestra ciudad, con proyectos como éste, vaya de Torres.
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