Su propio afán
Enrique García-Máiquez
Los grandes estrategas
Por montera
Por qué crece tanto el número de personas vulnerables en España? ¿Por qué, anunciando tantos cheques-ayudas para los más necesitados, este colectivo social no disminuye? ¿Por qué, en cambio, está aumentando el número de personas que viven en la pobreza o en riesgo de pobreza? En principio, y según informes de la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en España (EAPN-ES), es porque se ha cambiado la definición de lo que se consideraba ser pobre entendido como vivir exclusivamente en la miseria. Ahora se puede ser pobre e, incluso trabajar y ser muy pobre. Cambiado el perfil, la EAPN calcula que en España hay al menos, 4,2 millones de personas en pobreza severa. Se le adjudican 1,1 a Andalucía. Los vulnerables de ahora son personas con estudios de nivel educativo medio o alto que no tienen hogar propio, se les corta la luz o el gas y no pueden vivir en condiciones dignas. Las personas vulnerables están, permanentemente, en boca de los políticos. Es difícil encontrar una comparecencia en el Congreso de los Diputados en las que el presidente Pedro Sánchez no haga algún anuncio que se refiera a las ayudas para las personas más débiles. La pregunta es si después de tantas paguitas para las personas más desfavorecidas, éstas están siendo eficaces o esos cheques son la solución para erradicar la vulnerabilidad. ¿Qué están haciendo los políticos para sacar de la pobreza a los vulnerables? ¿Comprar sus votos? ¿Su política nos hace a todos más pobres? Conforme a algunos indicadores del Instituto Nacional de Estadística, sabemos que la UE trabaja para conseguir una economía inteligente, sostenible e integradora para que España genere altos niveles de empleo, productividad y cohesión social. Para ello hay que cumplir con cinco objetivos que afectan directamente al empleo, la innovación, educación, integración social, clima y energía. ¿Pero a quién considera la Unión Europea persona vulnerable? Personas mayores, refugiados, inmigrantes, reclusos, mujeres en dificultad social, personas sin hogar, con dificultades económicas. En plena crisis económica, con la inflación por las nubes y sin techo, el paro disparado, en vez de bajar la cifra de vulnerables, está ascendiendo al incluir a aquellos que no pueden permitirse ir de vacaciones, ni comer carne, pollo o pescado al menos cada dos días. Aquellos que no pueden tener la casa a una temperatura adecuada, que no pueden afrontar gastos imprevistos... ¿Por qué las ayudas que, supuestamente, se están implementando no rebajan la cifra de vulnerables?
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