España y su papel en la defensa de Europa

La llegada ayer a la Base Naval de Rota del USS Bulkeley, dentro del proceso de renovación de la flota en estas instalaciones que lleva a cabo la Armada estadounidense, es un paso más en la apuesta de la Base como epicentro fundamental de los planes defensivos de la OTAN en Europa y del papel que España juega, y debe jugar, en estos tiempos de zozobra metidos en la guerra de Ucrania tras la invasión rusa, las complicadas relaciones con China y el siempre presente terrorismo internacional. Más allá de la modernización de los destructores que EEUU tiene en la base gaditana, se refuerza el acuerdo alcanzado hace un año entre el Gobierno estadounidense y el español, por el que se anuncia para los próximos meses la llegada de dos destructores más, hasta llegar a seis, para así potenciar el desarrollo del escudo antimisiles y el uso de Rota como centro logístico para el desarrollo de misiones en una zona que supera los límites de Europa. Al acuerdo cerrado en su día entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el de los Estados Unidos, Joe Biden, se le unió en el tiempo la eficaz misión que ejecutó España a la hora de recepcionar a refugiados afganos que salían de Kabul, tras la victoria de los talibanes. Y, después, el éxito de la organización de la Cumbre de la OTAN en Madrid y la notable participación de España en la defensa de Ucrania. Ninguna de estas cuestiones deben considerarse asuntos secundarios para la ciudadanía. Vivimos cada vez más en un mundo global, donde cualquier punto de tensión que se produzca, aunque sea lejano, acabará afectando a nuestra economía más cercana. Por eso España debe de recuperar su papel entre las grandes naciones en todo aquello que signifique discusión, puesta en común y toma de decisiones sobre la evolución del planeta en materias como la seguridad, para eso está la OTAN, pero también en cuestiones como el cambio climático, el problema del hambre, la igualdad de derechos y todo lo que nos debería hacer mejores.