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Después de una primavera extremadamente seca en Andalucía, el verano ha comenzado con malas perspectivas en los montes, por lo que se refiere a los incendios forestales. Aunque la Junta posee uno de los dispositivos más eficaces para la prevención, detección y extinción de los incendios, la posición geográfica y climatológica de Andalucía hacen que el riesgo de fuego sea permanente. Como se ha comprobado en otros lugares del país, una ola de calor como la pasada, con máximas de 40 grados y una humedad muy baja, extienden en unas pocas horas lo que sería un simple conato a un gran incendio. A finales de mayo comenzó en Andalucía el tramo de mayor riesgo, durante el que está prohibido utilizar cualquier tipo de fuego en las áreas forestales y en una franja de 400 metros de su perímetro. Incluidas las zonas que en invierno y en otoño se utilizan como áreas de recreo y barbacoas. La experiencia de los últimos años nos lleva a subrayar dos hechos muy preocupantes. El primero es la proliferación de incendios en zonas que están, parcialmente, urbanizadas. No se trata de fuegos en áreas protegidas en lugares recónditos, sino de incendios en arboledas cercanas a campings y casas que terminan convirtiéndose en una emergencia de carácter civil. Los propietarios de terrenos, urbanizaciones e instalaciones industriales potencialmente peligrosas deben haber tomado ya las medidas necesarias para evitar el fuego. Ahora todo el cuidado es poco. A este respecto, se echa en falta que este año la Junta de Andalucía no haya publicitado, como en veranos anteriores, las características del plan, y se echa de menos también los llamamientos a toda la población. El segundo hecho preocupante es el riesgo de una categoría más grave de incendios, que vienen magnificados por unas condiciones climatológicas que cada verano son más extremas y por la existencia de grandes masas vegetales en los montes por que hay mayor protección y por la erradicación de los pequeños fuegos que antes eran muy habituales en toda la temporada. Los expertos forestales vienen advirtiendo de este tipo de incendios, que ya se han producido en países mediterráneos, como Grecia y Portugal, dejando un terrible reguero de pérdidas humanas, además de las medioambientales. Todos los días, cada día a partir de este momento, el riesgo de incendio es muy alto, y corresponde a toda la población, no sólo a los efectivos del Infoca, actuar con precaución, aunque sea en zonas urbanizadas, y permanecer en alerta ante los posibles conatos de siniestros.
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