Demasiadas incidencias en los trenes

Editorial

22 de agosto 2024 - 03:05

El martes hubo problemas con retrasos de trenes en la línea de alta velocidad de Málaga, también con los Cercanías y Media Distancia en la estación madrileña de Chamartín, la semana pasada fueron en Sevilla. Lo cierto es que las incidencias y los retrasos han sido una constante de este verano en la red ferroviaria española. Ni siquiera los errores detectados en los nuevos trenes Avril, que debían aliviar la situación en todo el territorio, explican lo que está pasando en un sistema de transporte que, hasta hace sólo cinco años, era ejemplo de eficiencia y símbolo de una modernidad a la que España llegó en 1992 con la apertura de la primera línea de alta velocidad entre Sevilla y Madrid. El ministro de Transportes, Óscar Puente, es el primer interpelado, su gestión no es buena y su altanería política, por no llamarle soberbia, complican su agenda, no hay un presidente de comunidad autónoma ajeno a su partido con el que no mantenga malas relaciones. Ahora acudirá al Senado a dar explicaciones, donde hará lo que acostumbra, elevar el tono agrio de sus intervenciones para repeler las críticas de la oposición. Pero el usuario no habrá ganado nada. Las causas del deterioro del servicio son varias. Como consecuencia de la gratuidad de los abonos, el uso del tren está siendo masivo, nunca se ha cogido el ferrocarril tanto como ahora, pero las máquinas y los vagones han envejecido, hay un mantenimiento insuficiente y una renovación escasa. La llegada de los dos operadores privados –Iryo y Ouigo– están causando un mayor impacto sobre la red porque buena parte de su tránsito se está haciendo a base de dobles trenes para satisfacer la demanda. Además hay obras en la línea de alta velocidad Sevilla-Madrid, porque es la más antigua del país, y aunque los trabajos son nocturnos, hay consecuencias en los horarios muchas mañanas. Un 7% de los trenes de Renfe acumulan retrasos de más de 15 minutos. Es hora de soluciones, y no de más broncas.

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