Editorial
Muerte junto a un instituto
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El apuñalamiento mortal de un menor de 17 años a la salida de un instituto en la localidad sevillana de Gerena, cuando se disponía a subir al autobús para regresar a su casa, ha causado una auténtica conmoción y no solo en Andalucía. La Guardia Civil ha practicado ya algunas detenciones, entre ellas la de un joven de 19 años del que se sospecha pudo ser el supuesto autor de la agresión. Sin embargo, habrá que esperar a que transcurran las próximas horas y confiar en que los agentes del instituto armado consigan investigar en profundidad lo acaecido antes de extraer conclusiones que, más adelante, se demuestren precipitadas. Evitar especulaciones e hipótesis sin contrastar es el mejor servicio público que se puede prestar para no ayudar a generar más alarma social ante un suceso de una gravedad extrema. Los acontecimientos presentan aún suficientes ángulos muertos como para invitar a la prudencia. Pero con los datos conocidos sí pueden plantearse algunos interrogantes. Como preguntarse por los motivos que pueden impulsar a personas jóvenes a utilizar la violencia para dirimir diferencias. Incluso no dudar al emplear una navaja aunque acarree consecuencias funestas. Hace tiempo que las estadísticas delictivas revelan un aumento de la participación de jóvenes en hechos muy graves. En 2023, se incoaron 23 expedientes de reforma por delitos de homicidio o asesinato doloso cometidos por menores. El debate abierto por las malas influencias de las redes sociales en los comportamientos juveniles no varía la curva ascendente de las infracciones. La Junta acude a centros educativos para trasladar un mensaje que, avanzado el siglo XXI, continúa vigente: el control, los celos, el acoso o las relaciones sexuales que imitan la pornografía “no son manifestaciones de amor”. Urge encontrar cuanto antes demasiadas respuestas pendientes.
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