La solar es la primera

La electricidad generada a partir de la energía fotolvotaica viene aportando desde mayo el 24% de la consumida en España, con lo que se convierte en la primera fuente del país, un poco por encima de la eólica. Aunque la generación de la fotovoltaica está ligada al sol y, por tanto, a las estaciones, es de una importancia sustancial que esta energía limpia haya adquirido el liderazgo durante, al menos, un trimestre del año. La otra generación limpia, la eólica, tiene sus mejores meses durante el invierno y fuera de los procesos anticiclónicos, pero es notable que se sitúe en el 20% de participación media, con picos que han llegado a superar el 50%, como ocurrió el 24 de mayo pasado, cuando casi el 30% de la electricidad provino de los molinos de viento. El salto de la electricidad de origen fotovoltaico se encuentra en la proliferación de los paneles solares, que ahora suman una potencia instalada de 27.099 megavatios (MW), un 50% más que hace dos años. Y el plan del Ministerio de Transición Ecológica pasa por multiplicar esta cifra por casi el triple en el año 2030. De hecho, el Gobierno acaba de aprobar proyectos que suman 24.000 megavatios, por lo que sólo queda que se enganchen a la red una vez construidas las instalaciones. Como ocurre con la eólica, la fotovoltaica no es una fuente que asegure la energía que necesita la población a todas horas y durante todos los días del año, por lo que es necesario que se acompañe con una generación más estable, que en el caso de España corresponde a la nuclear y a la de ciclo combinado. No obstante, es necesario aumentar la capacidad de almacenamiento energético que ahora se consigue con la termoeléctrica, aunque de un modo muy escaso aún, porque ello permitirá una mayor contribución de las renovables. Su desarrollo también se ha visto favorecido por la reforma de las tarifas, que ha reducido los impactos del mercado mayorista sobre el consumidor.