El ‘infierno’ en los 101 kilómetros de la Legión
Deporte
El intenso calor que desde primera hora de este sábado afectó a la Serranía de Ronda castiga a los 8.500 participantes que tomaron la salida desde el campo de fútbol de Ronda
Ronda/El calor se convirtió en el auténtico infierno para los 8.500 corredores de los 101 kilómetros de la Legión que tomaron la salida desde el campo de fútbol de Ronda ayer por la mañana. Antes de salir las altas temperaturas ya se dejaban sentir entre los participantes, que ya pensaban en que sería una jornada muy dura, ya que al recorrido se añadía el calor, uno de los factores que menos quieren que aparezcan, ya que hay muchos tramos en la primera parte de la prueba en la que es complicado encontrar algo de sobra, por lo que el relieve suave de estos tramos en lugar de ayudar lo que hizo fue agrandar el esfuerzo.
“Lo vamos a pagar más adelante”, comentaba un participante mientras buscaba refrescarse en los numerosos puntos de avituallamiento que instaló la Legión en el recorrido y que ayer eran muy frecuentados.
Tanto calor hizo que poco después de pasar los marchadores por la plaza de toros de Ronda, tras enfilar la bajada hacia los Baños Árabes, los corredores ya comenzaron a refrescarse y mojar las gorras en una de las fuentes que se ubica en pleno casco histórico rondeño y que cuenta con un pequeño pilar.
Una operación que se repetía en cada aljibe instalado, en los que los participantes no dudaban, literalmente, en colocarse bajo los grifos para dejar caer el agua sobre sus rostros buscando un momento de frescor.
Todo ello en los primeros 30 kilómetros de recorrido, incrementando de este modo el gran esfuerzo que ya supone el tratar de completar los 101 kilómetros por la Serranía de Ronda, en los que los últimos 30 kilómetros son los que presentan una mayor dificultad.
Una prueba que este sábado volvía a contar con la presencia de Francisco Cortés, más conocido como Súper Paco, que sigue fiel a su estilo, que con su camisa y sombrero de paja pone el toque menos runner de la carrera, pero más real, sin necesidad de recurrir a los múltiples equipamientos que llevan la mayoría de los participantes.
Una vez más uno de los momentos más vibrantes de la carrera se produjo al paso por la localidad gaditana de Setenil, ya que se trata de una prueba que discurre por la llamada comarca natural de Ronda y pisa suelo gaditano al pasar por la propia localidad de Setenil de las Bodegas y Alcalá del Valle.
Al igual que el paso por la plaza de toros y el casco antiguo rondeño deja ver algunos de los atractivos culturales más importantes de Ronda, las casas cuevas por las que también pasa la carrera es uno de los puntos que concentran un gran punto de interés.
Un recorrido que al volver a la provincia malagueña se vuelve a endurecer, en especial, tras pasar por la base de la Legión y emprender la subida hasta la mítica ermita, el pico Hacho o el mundo del barro, aunque este año lo que deja sufrimiento por sus fuertes pendientes es el último tramo del recorrido, al igual que las últimas curvas para llegar a Ronda desde el fondo del Tajo, un paraje que buena parte de los ciclistas contemplarán con la luz del día este domingo. No obstante, durante la noche el Puente Nuevo permanece iluminado para contribuir al embellecer la prueba.
Una carrera que este año también cuenta con la presencia de un equipo que realiza el recorrido en handbike porque uno de sus componentes es tetrapléjico, al tiempo que otros muchos han decidido lanzar mensajes desde sus camisetas o realizar el recorrido ataviados con disfraces, como es el caso de un romano. Otros han optado por pintar sus barbas de colores.
Y mientras el recorrido se endurecía, este domingo se espera el cierre de meta en la Alameda del Tajo en el que se vivirán momentos muy emotivos.
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