Adiós a los rescatados para la memoria

A pocos metros del lugar donde perdieron la vida a manos de las tropas nacionales, en el reconstruido cementerio de La Sauceda (Cortes de la Frontera), fueron enterrados ayer 28 republicanos, cuyos cuerpos fueron exhumados de las fosas comunes encontrados en el paraje del Marrufo (Cádiz) y posteriormente identificados.

La espera de años multiplicó la emoción de los familiares que acudieron al camposanto y que no pudieron reprimir las lágrimas al ver el nombre de sus seres queridos en un listado que figura en la puerta del denominado como Panteón de la Justicia. En este espacio fueron introducidas las cajas funerarias con los restos que pudieron ser recuperados y que permanecieron cubiertas por una bandera republicana hasta el momento de su entierro.

El patio del reconstruido cementerio se quedó pequeño para acoger a familiares e integrantes de la Asociación de le Memoria Histórica del Campo de Gibraltar, además de otros colectivos, que no quisieron faltar a este simbólico acto celebrado en el interior de un bosque de alcornocales que muchas de las víctimas utilizaron como refugio ante la persecución franquista. Entre los ayer enterrados figuraban siete mujeres y 21 hombres, aunque se cree que son muchos más los que perdieron la vida en estos bosques a caballo entre las provincias de Málaga y Cádiz.

Precisamente, los responsables de la dirección general de Memoria Histórica de la Junta de Andalucía comunicaron que se va a tramitar la declaración de este paraje como Lugar de la Memoria, en honor a los republicanos que fueron fusilados, pertenecientes al propio poblado de La Sauceda y de los municipios próximos de la provincia de Cádiz.

Entre las familias que ayer vieron cumplido uno de sus deseos, poder enterrar a sus seres queridos, se encuentra la de Manuel García, que ayer dio sepultura a los restos de cuatro de sus familiares, entre ellos dos hermanos de su mujer. "El tiempo trata de ir curando las heridas, pero la emoción nos envuelve", decía Manuel poco antes de recibir las cajas con los restos exhumados. Además, expresaba su deseo de que una situación parecida no vuelva a repetirse, señalando que "una guerra civil es el peor azote que puede sufrir un país, con enfrentamientos entre hermanos y hasta padres contra hijos".

El momento de ser descubiertas las 28 cajas con los restos mortales, tapadas con una enorme bandera republicana, fue uno de los más emocionantes de la jornada, imagen que daba reflejo a la tragedia que se vivió durante la contienda civil en este paraje. El acto se llenó con la presencia masiva de banderas republicanas. "Hemos querido que nos acompañe también en estos momentos", decía uno de los representantes de la asociación del Campo de Gribraltar.

También se descubrió un monolito en mitad del patio del camposanto como recuerdo a las víctimas muertas en este valle, acompañado por el lema Donde talaron vidas, sueños e ilusiones retoñan la memoria y la justicia.