La Axarquía, cuna de vinos exquisitos
Entre las marcas más destacadas de esta bebida se encuentran el Maestro, Pajarete, Lágrima, Moscatel Dulce y Pedro Ximénez
Consideran a este vino malagueño el mejor para acompañar a unos buenos espetos
Descubre los secretos del vino en bodegas tradicionales de la provincia de Málaga
La comarca de la Axarquía es ampliamente reconocida por su destacada producción vinícola y sus métodos únicos de elaboración. Con una rica tradición que se remonta a siglos atrás, esta comarca costera se ha convertido en un punto de referencia para los amantes del vino que buscan experiencias vinícolas excepcionales.
La elaboración del vino es un arte que combina la tradición con la innovación. La comarca se enorgullece de tener métodos especiales y diferentes a los de toda España. Entre los vinos más destacados se encuentran el Maestro, Pajarete, Lágrima, Moscatel Dulce y Pedro Ximénez. Estos vinos encarnan la esencia y la riqueza de la Axarquía y son altamente valorados por su sabor distintivo.
Silvina Álvarez, una apasionada enóloga con un profundo conocimiento de la comarca explicó las destacadas bodegas vinícolas de la zona: "Entre las joyas vinícolas con recorrido y antigüedad notables se encuentra la Bodega Antonio Muñoz Cabrera, conocida como Dimobe. La Bodega Málaga Virgen, por otro lado, destaca por su alcance y ventas. Asimismo, las Bodegas Antigua Casa de Guardia, con su pequeña taberna en el centro de Málaga, ofrece una experiencia auténtica donde se trabaja con métodos tradicionales que han sido transmitidos a lo largo de generaciones".
Cabe destacar que Bodegas Dimobe, una de las bodegas más importantes de la Axarquía, fue fundada en 1927 en Moclinejo. Ha perdurado a lo largo de cuatro generaciones y ha evolucionado para ofrecer una amplia gama de vinos que abarcan blancos, rosados, tintos, espumosos, dulces y vermuts. Su compromiso con la calidad ha sido constante, y hoy en día controlan más de 40 hectáreas de viñedo en toda la provincia.
La historia de Bodegas Dimobe es un testimonio de tenacidad y pasión por la viticultura. Desde sus humildes inicios con solo cinco botas de roble de segunda mano y una prensa de viga centenaria, la bodega ha crecido en alcance y ventas. En los años 60, el hijo de su fundador, Antonio Muñoz Navarrete, se hizo cargo del negocio, ampliando la cartera de clientes y diversificando la gama de vinos. Finalmente, en los años 90, la tercera generación de bodegueros impulsó la bodega hacia lo que es hoy: un referente en la producción de vinos de calidad, con un enfoque en la mejora técnica y la materia prima de categoría superior.
Un tesoro de la Axarquía es su variedad autóctona de uva, la Moscatel de Alejandría, milenaria en la comarca. Esta uva, conocida por su versatilidad y calidad excepcional, es el alma de muchos de los vinos de la Axarquía. Cuidada meticulosamente en suelos pizarrosos y pendientes inclinadas, la Moscatel de Alejandría se convierte en una materia prima extraordinaria que da vida a una amplia gama de vinos.
Ignacio Garijo, director comercial de Bodegas Dimobe, destacó la diversidad de vinos que se elaboran en la Axarquía bajo las Denominaciones de Origen Málaga y Sierras de Málaga. Desde vinos secos hasta vinos de licor, naturalmente dulces y vinos tranquilos (blancos, rosados, tintos y tintos dulces), la comarca ofrece una experiencia única para los amantes del vino. Además, también se producen vinos fuera de estas denominaciones, como espumosos y vermuts.
Cada vino de Bodegas Dimobe tiene su propio perfil de cliente y área de influencia. Un destacado es El Lagar de Cabrera, un vino blanco seco de Moscatel que se ha convertido en un favorito de la hostelería en la costa malagueña debido a su versatilidad y maridaje perfecto con platos de pescado, mariscos y arroces. Los vinos tradicionales de Málaga, como Pajarete y Zumbral, son altamente demandados en mercados internacionales, donde los conocedores buscan específicamente estos vinos únicos.
Cuando se trata de calificar los vinos de la Axarquía, Ignacio Garijo recalcó que el Consejo Regulador permite clasificarlos según diversos criterios, como la edad, el color y la cantidad de azúcar residual. Esto refleja la gran calidad de los vinos independientemente de cómo se evalúen. En la Axarquía, la variedad es abundante, y cada vino es una joya en sí mismo, adecuado para acompañar una comida completa, desde el aperitivo hasta el postre.
Uno de los métodos tradicionales más característicos de la Axarquía es el asoleo, que implica tender los racimos de uvas al sol para aumentar la concentración de azúcar residual debido a la deshidratación de la uva. Esta práctica única permite la elaboración de vinos más dulces con características particulares que son muy apreciadas por los amantes del vino. Además, el asoleo está estrechamente relacionado con el sistema de producción de la uva pasa Moscatel, reconocido por la FAO como un Sistema Importante de Patrimonio Agrícola Mundial, lo que resalta su importancia cultural, histórica y económica en la comarca.
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