Más vida para el Bosque de Cobre del Valle del Genal
Cientos de personas acuden a recorrer las diferentes rutas que discurren por los bosques de castaños del Valle del Genal
Libertad y aire fresco, principales motivaciones
Pujerra/La temporada de recogida de la castaña entra en su recta final y ya son pocos los cosecheros que se pueden encontrar en los castañares buscando los últimos ejemplares antes de cerrar un año que no ha sido bueno en cuanto a producción y precios. Eso sí, la castaña que se pudo recoger para venta era de muy buena calidad.
Y mientras los jornaleros se van retirando del bosque, una riada de visitantes hace semanas que están llegando para conocer el conocido como Bosque de Cobre del Valle del Genal que comienza a abrirse camino entre el verde. Los tonos amarillos y rojizos empiezan a observarse con nitidez, aunque los lugareños aseguran que hasta principios de mes no se encontrará en su máximo esplendor y hará que por unas semanas el rojo sea el color predominante en estos frondosos bosques de castaños.
A pesar de no ser todavía el momento ideal para contemplarlo son cientos de personas las que acuden a recorrer los diferentes caminos públicos que cruzan por mitad de estos parajes, en especial, los fines de semana. No obstante, entre semana también pueden verse aficionados al senderismo por las distintas rutas. Familias al completo se adentran en el bosque buscando conocer este espacio natural. “Es maravilloso, hace tiempo que no venía y cada vez que vengo descubro algo nuevo”, señalaba una de las senderistas.
Además, este año son muchos los que buscan salir de las grandes ciudades y tomar aire fresco en la naturaleza y alejarse por unos momentos de las calles de los núcleos urbanos. Y es que la pandemia del coronavirus también está haciendo que sean muchos los que busquen salir al campo y alejarse de este modo durante unas horas de posibles aglomeraciones o simplemente huir de casa.
A pesar de ello y de la amplitud del Bosque de Cobre, la afluencia de visitantes es tal que hay momentos en los que incluso se pueden apreciar ciertas aglomeraciones en los diferentes caminos que conducen hacia el interior del bosque. Residentes en diferentes ciudades malagueñas, Campo de Cribraltar o Sevilla eran ayer algunos de los visitantes que acudieron a realizar distintas rutas, y es que es posible ir entre los diferentes pueblos por mitad de los castañares o elegir rutas circulares que tras una buena caminata devuelven al punto de partida. Precisamente, este tipo de rutas que parten desde puntos próximos a los cascos urbanos son las que suelen registrar una mayor afluencia de visitantes, por la facilidad de acceso a las mismas.
Y mientras la mayoría acude a caminar, hacer fotografías y disfrutar de la naturaleza, también los hay que acuden a estos parajes a buscar las castañas que han quedado en el suelo y que han sido descartadas por los productores durante la recogida por que no cumplen con la mínima calidad necesaria.
Eso sí, esta recogida de castañas no siempre se produce una vez finalizada la campaña y durante las últimas semanas se han producido conflictos entre propietarios de parcelas y senderistas que han recogido castañas sin autorización antes de que finalice la campaña. Un hecho que está provocando que algunos recurran a la instalación de alambradas para tratar de evitar estos pequeños robos que reproducidos durante semanas hacen que sean una gran cantidad de kilos de castaña los que se pierden, un dato especialmente significativo con una producción como la de este año, que es mucho más reducida. Precisamente ayer era frecuente encontrarse en los bordes de la carretera que recorre el Valle del Genal y en los caminos visitantes con bolsas tratando de encontrar castañas.
“Hemos venido a pasar el día en el campo y disfrutar de los castañares, que nos habían dicho que era muy bonito y la verdad es que lo es”, afirmaba María García, una vecina del Campo de Gibraltar que acudía junto a su familia. Y es que sostiene que prefieren hacer este tipo de actividades que quedar para reunirse en algún establecimiento de hostelería. “Aquí estamos más tranquilos”, reconocía.
Un comentario que ayer se repetía en formas parecidas una y otra vez en diferentes grupos, aunque en algunos casos y a pesar de poderse respetar las medidas de seguridad y distancia social optaban por seguir con las mascarillas puestas, algo que aseguran que suma una especial dificultad a la hora de caminar por zonas con pendientes de cierta inclinación.
Además, para las mascotas también se convierte en un punto de diversión, porque pueden disfrutar del un ambiente diferente al que habitualmente encuentran en las ciudades.
A los visitantes que llegan de forma particular se sumarán en estos días aquellos que lo hagan mediante los grupos de empresas especializadas en rutas de senderismo, una opción que es la mejor para aquellos que no conozcan el terreno y no dominen los sistemas de guiado en los que se encuentran marcadas la gran mayoría de las rutas públicas que pueden realizarse en la zona.
Unos recorridos guiados a los que se han sumado nuevos atractivos como el disfrutar de un tostón de castañas al finalizar la jornada, buscando así fomentar una de las tradiciones de la zona y que son muy frecuentes en las fechas próximas al día de Todos los Santos.
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