Cartajima 'derrota' a la despoblación
Vivir en un pueblo
La localidad estuvo a punto de perder su colegio tras quedarse con dos alumnos y ahora tiene 15 estudiando
Encuentro para abordar la despoblación y la exclusión financiera de los pueblos de Málaga
Cartajima anunció hace unos días que se sumaba a la plataforma Holapueblo para tratar de conseguir más habitantes, una iniciativa mediante la que se busca asesorar a aquellas personas que quieren emprender en una pequeña localidad para que pueden tener un conocimiento directo sobre los recursos que hay en la zona y las potencialidades para desarrollar un negocio.
Lo cierto es que, más allá de esta última iniciativa, desde el Ayuntamiento de Cartajima se inició hace unos años su propio proyecto para tratar de potenciar la llegada de vecinos, en especial, de aquellos que aportan niños al colegio, ya que el centro educativo llegó a quedarse en 2016 con solo dos alumnos y estuvo amenazado por un posible cierre. Tras aquellos momentos críticos la situación fue mejorando y ahora son 15 los alumnos, estando previsto que para el próximo curso puedan llegar a ser 17, y es que son varias las familias con hijos que se han instalado en la localidad o que se habían marchado y han regresado.
Es el caso de Leticia González, una joven de Cartajima que se marchó a Murcia y que ahora ha regresado junto a sus dos hijos. Ella es uno de los casos de llegada de jóvenes al municipio. Además, en estos días logró encontrar trabajo en el bar de la piscina municipal que abre sus puertas para la temporada de verano, aunque el resto del año trabaja en las campañas agrícolas y en los trabajos que va rotando el Consistorio entre los vecinos desempleados. Ahora tiene la esperanza de que se puedan cumplir los deseos de la empresa que regenta las instalaciones y puedan permanecer abiertas todo el año, ya que cuentan con una terraza cubierta con unas magníficas vistas al Valle del Genal.
Ella se muestra encantada de regresar a su localidad, en especial, por sus hijos. “Para los niños un pueblo es lo mejor”, asegura, al tiempo que resalta la libertad que tiene en Cartajima frente a la vida que llevaban en la localidad de Murcia, de la que vienen y que tiene un tamaño similar a Ronda.
Eso sí, reconoce que hay que adaptarse a los ritmos que tiene un pueblo y a no vivir todo a la vuelta de la esquina o cerca de la vivienda sin salir de la localidad. Eso sí, Cartajima cuenta con la ventaja de estar relativamente cerca de Ronda, por lo que a la hora de realizar compras o gestiones sus vecinos tampoco tienen que afrontar grandes desplazamientos.
En cuanto a instalaciones públicas y servicios, también han tenido una notable mejora. A la piscina y su bar se suman pistas deportivas, pista de pádel, otros dos bares y hasta un pub que abre durante los fines de semana. Incluso existe un pequeño estanco que opera a modo de pequeña tienda. “Antes no teníamos dónde tomar café y ahora podemos elegir”, bromean dos vecinas al ser preguntadas por la oferta de ocio que existe.
Y es que una de las familias que llegó hace unos años también regenta un restaurante situado a la entrada de la localidad, al que se sumó en febrero la apertura del bar que estaba situado en los bajos del Ayuntamiento y que llevaba bastante tiempo cerrado. “En febrero me animé a cogerlo y de momento va bien”, explica Paco Corbacho, un vecino que estuvo residiendo a caballo entre Ronda y Cartajima y que optó por vivir en el pueblo. “Tengo casa en Ronda, viví allí, pero me gusta mi pueblo, soy de pueblo”, explica Corbacho, mientras cuenta ilusionado sus planes para terminar de decorar el bar.
Mientras tanto, desde el Ayuntamiento también se realiza un proyecto para embellecer la localidad con murales artísticos que se ubican en diferentes puntos y convertirlo en atractivo turístico, contando ya con 20 creaciones de artistas locales.
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