La DOP Miel de Málaga, cada vez más cerca de reconocerse en Europa como denominación de origen

La Junta de Andalucía ha concedido la protección nacional transitoria a la Denominación de Origen Protegida (DOP) Miel de Málaga hasta que la Comisión Europea (CE) adopte una decisión sobre su inscripción en el registro comunitario de denominaciones de origen. Así figura en la orden de la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía que ha publicado este lunes el Boletín Oficial del Estado (BOE).

Esta protección tiene efecto desde la fecha en que se presentó a la CE la solicitud de registro de la DOP Miel de Málaga, el 14 de noviembre de 2022. La misma cesará a partir de la fecha en que la CE adopte una decisión sobre su inscripción o en que se retire la solicitud. Por tratarse de una denominación de origen cuyo ámbito territorial no excede el de una comunidad autónoma, la Junta de Andalucía es competente para la concesión de esta protección nacional transitoria hasta que Bruselas tome una decisión, de acuerdo al texto.

La apicultura malagueña está muy arraigada en la provincia, ligada especialmente a varias comarcas malacitanas, como es el caso de la Axarquía y el Valle del Guadalhorce. De este alimento, del que tienen evidencias desde hace prácticamente seis siglos, destaca una vida prolongada, por tener valores muy bajos de humedad y acidez, algo específico de Málaga por las condiciones climáticas y las floraciones. A día de hoy se certifican ocho tipos de miel bajo la marca Miel de Málaga: multifloral o miel de milflores, cosechada por toda la provincia, mieles de romero, tomillo y bosque, recolectadas en nuestros montes, miel de eucalipto, miel de castaño de la parte más occidental de la provincia, miel de azahar del Valle del Guadalhorce y miel de aguacate, de la comarca de la Axarquía.

La Denominación de Origen Protegida Miel de Málaga, a través del análisis y la trazabilidad en la producción, garantizará al consumidor el origen, la calidad y las propiedades de las mieles producidas y envasadas en la provincia. Se trata de un producto cada vez con mayor notoriedad y reconocimiento, un alimento que se exporta desde el siglo XVI, cuando ya se comercializaba Miel de Málaga en diferentes países europeos a través del Mediterráneo.