Desalojan una fiesta ilegal en una villa de Benahavís con una treintena de invitados sin medidas Covid
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DJ, gogos, portero y servicio de barra: policías advierten de un negocio al alza a manos de "auténticas redes" que organizan eventos ilegales
Un DJ pinchando música, invitados bebiendo y bailando, sin mascarilla y eludiendo las medidas sanitarias para frenar la propagación del Covid. Esa era el escenario de una nueva fiesta ilegal detectada el pasado fin de semana en la Costa del Sol, esta vez en una villa ubicada en una zona residencial de Benahavís llamada la Alquería.
El ruido alertó a los vecinos, que dieron aviso a la Policía Local. Los agentes observaron a un nutrido grupo de personas que, supuestamente, incumplían las normas frente al coronavirus, entre ellas el aforo permitido, y abortaron la celebración. Los invitados fueron identificados conforme iban abandonando el inmueble. La actuación se saldó con una treintena de propuestas para sanción.
Los hechos ocurrieron el 30 de abril. La noche se había tornado agitada para las fuerzas y cuerpos de seguridad, ya que, además de una reyerta multitudinaria, era la segunda fiesta a la que la Policía acudía. La anterior se celebraba en la Urbanizacion Monte Halcones. Fuentes del Sindicato Profesional de Policías Municipales de España, mayoritario en Benahavís, denunciaron que en esa ocasión tuvo que intervenir “una patrulla con dos agentes” y que se encontraron “con más de 50 personas”. “Podría haber terminado en una desgracia”, se lamentaron.
En el caso de la villa de La Alquería ya había sido alquilada en otras ocasiones para acoger fiestas clandestinas. “Hay varias en todo el término municipal, pero ésta ha generado muchos avisos durante todo el estado de alarma”, explicaron las fuentes.
Son viviendas de alto estanding con varios metros de amplitud y zona de jardín y piscina que se adaptan a lo que buscan los organizadores de estos eventos. Un negocio al alza. “Hay auténticas redes que se dedican a montar estas fiestas. Alquilan una villa, contratan al personal, servicio de barra, a los porteros, que controlan la entrada, a gogos y al DJ con equipos de luces y sonido”, indican policías consultados. La dificultad que entraña su intervención, además de la prohibición para acceder al inmueble sin la autorización del dueño, estriba en la multitud de asistentes que suelen acudir a estas fiestas. "Contamos solo con una patrulla de dos policías, sin más apoyo, porque la única posibilidad sería otra de Guardia Civil, que cubre tres términos municipales (Benahavís, Istán y Ojén) y en muchas ocasiones está ocupada", destacan.
Tres fiestas ilegales en una misma noche
La misma noche fueron requeridos tras recibir aviso por otra fiesta en una villa, que no pudieron desalojar. "Los agentes estaban en inferioridad manifiesta al haber solo dos frente a varias decenas de personas consumiendo alcohol", resaltan las mismas fuentes sindicales. La suya, denuncia, es una "queja generalizada" de la plantilla desde hace "muchos meses" dado que ya han soportado varios episodios similares al del último fin de semana.
Policías remiten un escrito a la Alcaldía
La situación a la que, según el Sindicato Profesional de Policías Municipales de España, los policías se enfrentan cada fin de semana y que, previsiblemente, se agravará con la época estival, ha llevado a varios efectivos del municipio a remitir un escrito tanto a la Alcaldía como al área de Seguridad en el que piden soluciones. No se sienten, remachan, "apoyados por la Administración" y consideran que se está poniendo "en peligro" su "seguridad".
Al respecto, el concejal de Seguridad, Diego Guerrero, reconoció que, aunque “por la idiosincrasia del municipio” se han detectado “bastantes casas en las que se celebra alguna fiesta”, la Policía “está las 24 horas”, repartidas en turnos. La previsión del Ayuntamiento de Benahavís de cara al verano es, según el edil, “reforzar las patrullas” y, de esta forma, serían cuatro los agentes disponibles, a los que se sumarían otras unidades de apoyo de la Guardia Civil.
Asimismo, el responsable municipal reconoció la dificultad de actuar en eventos multitudinarios con más de 300 personas, como el que se celebró en un chalet de la urbanización La Alquería, donde la Policía decomisó sustancias estupefacientes como la llamada cocaína rosa y varias dosis de gas de la risa. En estos casos, advirtió que no habría policías suficientes para enfrentarse a esa ingente cantidad de asistentes. “Ante una magnitud de 300 personas ni siquiera los antidisturbios”, recalcó el concejal.
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