La Diputación niega la contaminación en el arroyo de las Piedras

La Diputación Provincial salió ayer al paso de las acusaciones que el alcalde de Coín, Gabriel Clavijo, realizó el martes sobre la contaminación del arroyo de las Piedras. La entidad supramunicipal asegura que en los últimos cinco años no ha recibido una sola denuncia por vertidos de lixiviados a dicho arroyo ni del Ayuntamiento de Coín ni de la Junta de Andalucía ni de particulares.

Clavijo aseguró el martes que técnicos municipales habían comprobado que la contaminación en el arroyo de las Piedras se debía al mal funcionamiento de la balsa de lixiviados que recoge los residuos de los municipios de la comarca del Guadalhorce y la Sierra de las Nieves y que forma parte de la planta de tratamiento de Residuos Sólidos Urbanos de Casarabonela, gestionada por Diputación.

Aunque el alcalde pedía a la entidad que parase los vertidos, ayer la Diputación afirmó que sus técnicos realizaron el miércoles 27 de febrero una inspección rutinaria en la balsa de lixiviados en la que recogieron muestras de agua, cuyos resultados provisionales realizados por el Laboratorio Microambiental del PTA "no han arrojado indicios de contaminación alta". Además, informan de que ello impide afirmar que "la fuente de una posible contaminación sea el vertido de lixiviados", pero que podría tratarse de la incidencia de purines, alpechín o hidrocarburos procedentes de otras fuentes".

En un comunicado oficial, Diputación también asegura que la balsa de recogida de lixiviados tiene una capacidad de almacenaje de 12 millones de litros de agua y que "sólo en caso de lluvias torrenciales continuadas puede rebosar", pero que dada la escasez de precipitaciones este año "no ha sucedido". Por último, indicó que se está construyendo el tercer vaso de vertido en las instalaciones de Casarabonela, lo que permitirá "el sellado de los que están actualmente en funcionamiento una vez que éstos se llenen".