Fuente de Piedra: El rosa flamenco vuelve a surcar el cielo de la laguna
Medio Ambiente
Cientos de flamencos han llegado al humedal tras crearse una lámina de agua en parte del espacio por las últimas lluvias
La Laguna de Fuente de Piedra acoge al pato más amenazado
La laguna de Fuente de Piedra se queda sin anillamiento de flamencos por la sequía
Los años de sequía también han hecho que el espectáculo natural que supone la Laguna de Fuente de Piedra no pase por su mejor momento. La falta de agua provocó que no se pudiesen realizar anillamientos y la presencia de estas aves fuese muy testimonial. Hace solo unos meses la imagen era desoladora y tan solo el conocido como Laguneto tenía agua y acogía a las aves que seguían el humedal que se había convertido en un secarral por la falta de precipitaciones. Suelos agrietados y sal que cubría con una capa blanca brillante la laguna principal eran la fotografía desoladora que se encontraban los visitantes que acudían a pesar de todo a este espacio natural que cuenta con un importante reconocimiento en el exterior. Una imagen que las precipitaciones de las últimas semanas han transformado de manera notable, aunque buena parte de la laguna sigue sin tener agua. No obstante, una lámina cubre una importante zona de la misma, la más próxima a la línea del ferrocarril y allí han encontrado varios cientos de flamencos su refugio. Estos ejemplares han devuelto su inconfundible sonido al espacio natural mientras siguen con su tarea diaria escrutando cada centímetro de los fondos de la laguna para encontrar alimentos mientras filtran con su pico ese lodo ligero que se forma en el fondo.
Los visitantes, algunos llegados desde muy lejos, muestran su sorpresa por encontrar flamencos, además de otras aves como diversos tipos de anátidas . Además, los alrededores del centro de visitantes están inundados por el agua, lo que permite ver algunos de los ejemplares con su característico color rosa desde mucho más cerca. “Venimos de Sevilla y hemos parado para que mi tía que vino desde Alemania a visitarnos pueda verlos”, señala una alemana afincada en Málaga. Su tía mostró su alegría por poder observarlos, ya que pensaba que no habrían llegado por la falta de lluvias.
Otros preguntaban nada más llegar a la zona de entrada a los primeros visitantes que encontraban si había flamencos o no para decidir si quedarse o darse media vuelta. Además, también se podían observar a los visitantes recorriendo los caminos que discurren alrededor de la laguna principal buscando pequeños huecos por los que poder ver algo más de cerca a los flamencos. Y es que una cerca metálica y un muro vegetal natural hacen que no siempre sea posible verles con claridad, algo que dependerá del lugar en el que se encuentren. “A todos nos gustaría verlos de más cerca, pero es normal que estén protegidos para que los animales estén tranquilos”, dice otro grupo de visitantes mientras recorre andando el camino más próximo al lugar en el que están los flamencos ese día. Aunque no tardarían en poder presenciar el espectáculo sin necesidad de buscar un pequeño hueco entre la maleza al llegar un pequeño grupo de flamencos volando y recorrer a toda velocidad los diferentes espacios hasta decidir sobre cuál posarse. Rápidamente los teléfonos y cámaras de fotografía dejaban plasmado en imágenes el momento vivido para convertirlo en un recuerdo y ser enviado rápidamente a amigos y familiares. Otros aprovechaban simplemente para recorrer el espacio junto a sus mascotas mientras observaban a las diferentes aves que se encuentran en los humedales que sí se pueden recorrer. Y es que Fuente de Piedra es mucho más que flamencos, aunque ellos son la gran estrella del humedal y muchos para les echaban en falta.
Mucho más que flamencos
De hecho, el paraje puede llegar a acoger hasta 170 especies diferentes a lo largo del año, ya que no todas pueden encontrarse de forma permanente en el mismo. Incluso pueden verse con frecuencia conejos que tienen sus madrigueras en los alrededores del centro de visitantes y que suelen merodear por los alrededores de los puntos de observación habilitados en las diferentes zonas de agua que existen.
Ahora esperan que las previsiones de precipitaciones para los próximos días puedan seguir mejorando las condiciones del espacio y que sigan llegando ejemplares hasta acumular los miles de flamencos que suelen llegar hasta el mismo reproducirse. Todo ello será posible si las condiciones son las adecuadas y la laguna acumula unos niveles de agua que hagan que estas aves encuentren el hábitat necesario y se forman las habituales colonias en alguna de las islas que quedan en la laguna.
Más allá de los flamencos, hasta finales de febrero se pudo disfrutar de la presencia de las garzas, unas aves que pueden alcanzar el metro y medio de altura pero que es muy pacífico, asustadizo. Su fuerte y aleteo y su peculiar sonido, un trompeteo que deja atónitos a los que lo escuchan y siente por primera vez.
En el espacio también se trabaja en la recuperación de anátidas en peligro. En concreto, en el año 2019 se realizó la suelta de 16 ejemplares de cercetas pardillas, un pato pequeño que nidifica fundamentalmente en España en dos núcleos, en los humedales del sur de Alicante y en las Marismas del Guadalquivir, “donde hasta la mitad del siglo XX contaba sus parejas reproductoras por miles”.
En la actualidad, sin embargo, debido fundamentalmente a la degradación de los humedales, así como a la caza ilegal, la cerceta pardilla está al borde de la extinción, estando contabilizadas en aquel momento tan sólo 48 parejas reproductoras en Andalucía.
Un pasado salinero
Aunque muchos han sido los que mostraban su pesar por ver uno de los humedales más grandes de España, esta circunstancia permitió descubrir a muchos su pasado . Y es que su salinidad facilitó la aparición de importantes explotaciones salineras en la laguna desde época romana hasta la década de los 50. Aún hoy se pueden observan las huellas de estas explotaciones en forma de diques, que evacuaban el agua para favorecer la sedimentación de la sal. Hoy día, estas construcciones son utilizadas por la avifauna como lugares de nidificación. A pesar de que se trata de una laguna estacional, que se seca todos los años, habría que retroceder al siglo pasado para encontrar una fecha tan temprana en la que se ha secado la laguna, ya que 2023fue junto a 1995 y 1997 los ejercicios que antes lo hizo.
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