Genalguacil, capital del arte contemporáneo
Cultura
La localidad acoge a ocho artistas que desarrollarán sus proyectos durante medio mes
Han sido seleccionados entre las 200 propuestas que se presentaron para estos Encuentros
Genalguacil/Genalguacil acoge desde el pasado 1 de agosto a los artistas cuyos proyectos han sido seleccionados para participar en un nueva edición de sus Encuentros de Arte, una actividad que desde hace décadas impulsa esta pequeña localidad de la Serranía de Ronda, que se encuentra enclavada en el corazón del Valle del Genal en un paraje natural de gran belleza. Por suerte, la situación sanitaria no ha provocado el aplazamiento ni suspensión de este evento único.
Allí, entre sus paredes blancas y sus estrechas callejuelas, el arte contemporáneo hace años que se abre paso hasta el punto de estar considerado como un pueblo museo. Sus habitantes conviven con las innumerables obras que han ido dejando en diferentes puntos del municipio las decenas de artistas que han pasado por este evento que cuenta con una gran repercusión y prestigio dentro del mundo del arte.
Unos encuentros en los que los artistas tienen que dar forma a su proyecto creativo en los 15 días que dura el evento, unas jornadas en las que los talleres están abiertos para que los visitantes puedan observar cómo trabajan y la evolución de las ideas hasta llegar a su final. Un aspecto que hace que esta oferta cultural tenga un interés especial y sea diferente.
En esta ocasión los 8 artistas invitados, que han sido seleccionados entre 200 propuestas, captarán los diferentes blancos de las paredes de Genalguacil, colocarán tejas elaboradas con jabón, crearán azulejos con colores mezclados a base de plastilina, impregnarán los secretos de sus paredes en papel, reunirán los sonidos del municipio en un campanario en miniatura, darán vida por unos días a una casa abandonada con los enseres de una vecina o fundirán los colores de la entrada a la localidad con un elemento tan característico como la pita. Todo ello en un proceso creativo vivo que va evolucionando y cambiando conforme los artistas le van dando forma durante su trabajo.
Unos proyectos entre los que sorprenden algunos como el presentado por Eduardo Rodríguez y José Manuel Ruiz bajo la denominación Vino, jamón o teja, y es que será una obra que tendrá una vida limitada, ya que dependerá de la resistencia de sus tejas de jabón expuestas a la meteorología de la zona. Unas tejas que unen dos elementos que nos ofrecen protección, cada uno en su campo, y aquí se fundirán en uno solo.
“La particularidad que tiene nuestro proyecto es que irá desapareciendo poco a poco conforme el jabón se derrita con la climatología, algo que será aleatorio y que nosotros no podemos controlar”, explican los autores. Una idea que busca exponer el resguardo del hogar y la propia teja árabe a un material que no protege.
También llama la atención la idea del griego Christos Papasotiriou, que recogerá el alma de Genalguacil en una edición de sonido que se emitirá desde una reproducción en miniatura del campanario de la iglesia del municipio, elemento que jugó un gran papel como elemento de comunicación con la población y que hoy todavía lo sigue teniendo para determinados aspectos. Una recreación en madera del campanario con un altavoz para dar vida a los sonidos captados será el que sustituya a la tradicional campana de este tipo de elementos de la arquitectura de los pueblos andaluces.
En esta ocasión también tendrán un especial protagonismo las paredes del municipio, ya que su blanco y su relieve quedarán plasmados sobre papel con técnicas muy diferentes. Por un lado Jesús Palomino está utilizando la fotografía para captar los cambios de tono del blanco de sus paredes en diferentes momentos del día y ubicaciones del municipio. Por otro, Raquel Serrano está extrayendo esos secretos que esconden las paredes que a simple vista pueden ser más simples. Un trabajo en el que impregna en sus cartulinas ese alma oculta utilizando grafito para frotar sobre sus cartulinas fundiendo el alma escondida de cada pared y la intensidad de su esfuerzo para conseguir captarlo.
En concreto, Palomino mostrará en su obra final 32 imágenes con los diferentes blancos obtenidos en los espacios públicos de la localidad. “El color cambia continuamente con la luz, dependiendo de la hora y del día que tomes esa imagen varía”, explica Palomino, que también captará la influencia en el blanco del amanecer, atardecer o la influencia de elementos creados por el hombre como pueden ser las farolas.
Por su parte, Raquel Serrano explica que “con grafito en polvo reproduzco y represento todas las huellas y relieves que están en las casas”. Un trabajo que le llevará a confeccionar un total de diez grabados con esta técnica.
A ellos se unirán los azulejos creados por Rafael Jiménez a base de mezclar diferentes colores de plastilina con el azul como elemento principal. Un trabajo manual de creación en el que intervienen al final del mismo nuevas tecnologías para poder escanearlos y llevarlos a la calle. Un proceso en el que recoge los patrones de la azulejería tradicional andaluza y los distorsiona sobre papel para posteriormente proceder a su escaneado y ese resultado lo imprime sobre los azulejos reales.
Por su parte, Paula Valdeón está dando forma a su Paisaje Verde en el que se funden este color predominante en la zona con otros elementos tan característicos del paisaje de Genalguacil como es la pita.
Un proyecto que nace a raíz de una fotografía de la entrada del pueblo que la artista encontró en internet en el que aparecen tres tonos verdes representados por el cartel de bienvenida, una flor de pita y un toldo verde. Una idea que plasmará mediante dibujos sobre tela y cerámica con referencia a elementos de la arquitectura de Genalguacil tanto del paisaje urbano como al natural.
Finalmente, Ana Varea, se está encargando de dar vida por unos días a una de las viviendas abandonadas del municipio, para lo que está utilizando sus diferentes habitaciones y elementos junto a los enseres de Antonia La Española con los que la artista está desarrollando su creatividad en los diferentes espacios de la casa. “El resultado final estará en formato de libro en el que incluiré parte del relato de Antonia y fotografías de la obra”, explica Raquel.
Unas obras que vendrá a sumarse a la gran colección que ya posee la localidad y que hacen que su visita para los amantes del arte contemporáneo sea obligada. Además, recientemente inauguraba la ampliación de su museo en el que se cuenta con colecciones permanentes y también muestras temporales que hacen que la localidad sea un paraíso del arte en mitad de la naturaleza.
Mientras tanto, el alcalde del municipio, Miguel Herrera, mostró su satisfacción por los proyectos que han sido seleccionados por el jurado técnico y el “buen grupo” que han conformado los artistas a pesar de que este año tiene un tamaño más reducido por la situación sanitaria.
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