Lucha contra la despoblación: mejores comunicaciones y fiscalidad especial
España vaciada
Investigadores de un proyecto conjunto entre varias universidades visitan Benaoján, Jimera de Líbar, Benarrabá y Genalguacil
Un total de 20 pueblos de los 45 en riesgo de despoblamiento de Málaga pierden población en el último año
Una fiscalidad especial, mejores servicios públicos y una mejora de las comunicaciones digitales y terrestres, son reivindicaciones prácticamente comunes en los territorios afectados por la despoblación en España, tanto desde el sector privado como público.
Así lo han podido constatar en sus diferentes visitas a estas zonas profesores de la Universidad de Málaga, Universitat de Barcelona, Universidad de Burgos, Universidad de Sevilla y la Universidad Complutense que forman parte del proyecto Geovacui –que cuenta con la colaboración de la Fecyt (Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología)– y que están analizando la situación en diferentes puntos del territorio español a fin de reunir información sobre sus reivindicaciones y las iniciativas que están surgiendo en estos territorios para fijar población.
Y es que se trata de un problema muy extendido en España, en especial, en las zonas de interior y de sierras, ya que seis de cada diez municipios pierden habitantes desde el año 2001.
Dentro de este proyecto un grupo de investigadores, capitaneados por Carmen Mínguez, han visitado durante varios días Benaoján, Jimera de Líbar, Benarrabá y Genalguacil, municipios afectados por la despoblación dentro de la comarca rondeña, pero que tienen peculiaridades especiales, como es el caso de la apuesta por el arte contemporáneo que hizo Genalguacil para tratar de frenar su pérdida de población.
Precisamente, según explicó Mínguez, además de los recursos endógenos que tiene cada territorio y sobre los que suelen surgir iniciativas, han encontrado que la cultura está siendo una importante herramienta para luchar contra la despoblación, existiendo diversos proyectos que tienen a este sector como elemento para generar sinergias que fijen población, como es el propio caso de Genalguacil. Las fundaciones Santa María la Real y Santa María de Albarracín (Teruel), el festival de cortometrajes de Valdealrgorfa (Teruel) o la Fundación del Pueblo Viejo de Belchite (Zaragoza) son otros de los ejemplos.
En el caso de la comarca de Ronda han tenido la oportunidad de recabar las acciones municipales y sus reivindicaciones. Unos encuentros en los que obtuvieron diferentes visiones y opiniones muy claras. Como la ofrecida por la alcaldesa de Benaoján, Soraya García, sobre la raíz de este problema: “Los pueblos pequeños no somos rentables”, afirmó rotunda tras relatar los problemas de su municipio para poder hacer llegar la banda ancha para su conexión a internet en una localidad que tiene diversas fábricas chacineras.
En Benarrabá también pudieron conocer su centro tecnológico o la iniciativa para poder obtener dinero en efectivo en los comercios ante el cierre de las oficinas bancarias.
Mientras tanto, en Jimera de Líbar se empaparon del proyecto de recuperación de casas abandonadas que está realizando el Ayuntamiento y los trabajos de embellecimiento de sus calles dentro de la apuesta por el turismo como elemento dinamizador.
También han detectado la importancia de contar con el liderazgo de personas en los territorios para que los proyectos salgan adelante, al tiempo que se reivindica en algunas zonas un pacto de Estado contra la despoblación para una acción prolongada en el tiempo.
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