Emergencia en el Río Chíllar: La sequía y la masificación amenazan su biodiversidad
Nerja/La sequía que ha afectado a la Axarquía ha tenido un impacto significativo en el río Chíllar, al igual que en otros cursos fluviales de las cuencas mediterráneas. La situación de sequía ha dejado al río prácticamente sin caudal ecológico, lo que ha llevado a que su flujo de agua sea considerablemente menor que en años normales. Aunque el Chíllar aún cuenta con un pequeño flujo debido a que está menos explotado en comparación con otros ríos, este se agota mucho antes de lo que sería habitual en condiciones normales.
Rafael Yus, portavoz de Ecologistas en Acción, considera que el río se ha visto agravado por el bombeo de las aguas subterráneas para abastecer a la localidad de Nerja y otras poblaciones cercanas, "lo que ha disminuido aún más el nivel freático y ha aumentado el riesgo de salinización en el tramo por la vega de Nerja".
La biodiversidad del Río Chíllar también ha sufrido graves consecuencias debido a la sequía y la masificación. Entre las especies afectadas se encuentran el sapo partero bético, los artrópodos acuáticos y ciertas especies de flora, como Galium viridiflorum y Cneorum tricoccum, todas ellas protegidas y cuyos hábitats se han visto amenazados. Las visitas incontroladas siempre han tenido un fuerte impacto en la flora y fauna del río, pero la situación actual, con un flujo de agua tan reducido, ha exacerbado los efectos negativos, ya que "el pisoteo enturbia aún más el agua y reduce el espacio vital para los artrópodos acuáticos y anfibios, poniendo en riesgo su supervivencia", explicó Yus.
Control de acceso al río para preservar su biodiversidad
Frente a la masificación, el portavoz de ecologistas en acción, ha destacado que el río Chíllar está situado dentro del Parque Natural de Tejeda y Almijara, lo que debería implicar un control estricto de las visitas. Sin embargo, hasta el momento, la gestión de la masificación ha sido prácticamente nula. A pesar de las reiteradas solicitudes desde la Junta Rectora, aún no se ha aplicado una regulación adecuada, aunque se ha realizado un estudio de capacidad de carga para controlar la afluencia de visitantes. El Ayuntamiento de Nerja también ha expresado la necesidad de controlar la masificación, aunque con la intención de convertir el paraje en un recurso turístico más, similar a las calas de los Acantilados. Se espera que se desbloquee esta situación y se limite el acceso diario a un número reducido de visitantes, quizás al 20% de la afluencia actual.
Los problemas causados por la masificación son diversos y de gran magnitud. Se ha detectado la desaparición de plantas protegidas en la zona, así como una disminución significativa en la reproducción de anfibios protegidos como el sapo partero bético. Además, diversas especies de rapaces forestales han dejado de anidar en el área desde hace varios años.
A esto se suma el comportamiento irresponsable de algunos visitantes, que provoca la contaminación del río con basura y plásticos, la realización de pintadas en las paredes de los Cahorros, el vertido de residuos y el uso inapropiado del agua, como baños con champú en las pozas. También es preocupante el hecho de que, en caso de incendios, la masificación puede convertir la zona en una trampa mortal debido a la estrechez del espacio y la gran cantidad de personas presentes, dificultando la evacuación y poniendo en riesgo la seguridad de los visitantes.
En cuanto a la gestión de la sequía, el concejal de Medioambiente de Nerja, Javier Rodríguez, ha mencionado que el río Chíllar ha experimentado una reducción en su caudal y altura debido a la sequía. Sin embargo, no se han proporcionado datos concretos sobre cómo esta situación ha afectado el número de visitantes. "Es crucial tomar medidas para regular el acceso al río y establecer un aforo que permita proteger el ecosistema y minimizar los impactos negativos de la masificación".
En relación con la sequía, el concejal explicó que, según el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía del 20 de julio, Nerja no se encuentra en una situación considerada severa o grave, "pero es necesario tomar medidas preventivas para conservar el caudal del río y proteger el entorno acuático".
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