Michelle Obama llega este miércoles entre fuertes medidas de seguridad

Se prevé que Michelle Obama, su hija pequeña y su séquito entren en el hotel Villa Padierna de Benahavís sobre las 11:30, un complejo en el que han reservado 60 habitaciones.

Varios agentes de seguridad, ayer, vigilan el perímetro del hotel Villa Padierna.
Varios agentes de seguridad, ayer, vigilan el perímetro del hotel Villa Padierna.
Jorge Zapata (Efe) / Málaga

03 de agosto 2010 - 20:36

Ha llegado el Día D o, más bien, el Día M. La primera dama de Estados Unidos, Michelle Obama, su hija pequeña, Sasha, y parte de su séquito llegarán hoy a Málaga para pasar unos días de vacaciones privadas en la Costa del Sol. Se alojarán en el lujoso hotel Villa Padierna, ubicado en Benahavís, hasta el domingo y harán una visita oficial a Palma de Mallorca para reunirse con los Reyes de España. Esta ha sido la única información oficial que, por motivos de seguridad, se ha podido confirmar a lo largo de toda esta pasada semana desde que se anunció la visita de Michelle Obama.

Los responsables del hotel esperan que llegue al recinto entre las 11:30 y las 12:00 de la mañana, por lo que se estima que aterrizará sobre suelo español hacia las 11:00 de la mañana. Viaja en avión privado aunque se desconoce si llegará al aeropuerto de Málaga, a alguna de las bases militares norteamericanas en Cádiz o a algún otro aeropuerto. Lo que sí se prevé es que, un vez baje del avión, tome un helicóptero y aterrice directamente en el helipuerto del hotel.

Durante estos días, el Servicio Secreto norteamericano y agentes de los distintos Cuerpos de Seguridad españoles han peinado el entorno del hotel y cerrado un perímetro de seguridad para que no haya ningún problema. Se ha acordonado la playa y distintas partes del recinto. El hotel estará completamente cerrado a la prensa y a curiosos, aunque se quiere transmitir una sensación de normalidad, más que nada porque se trata de un viaje privado y porque la esposa del presidente de EEUU no estará sola sino que el hotel tendrá más clientes que no tienen nada que ver con la primera dama estadounidense. Ricardo Arranz, propietario del Villa Padierna, asegura que Obama, sus amigos y todo el personal de seguridad han reservado 60 habitaciones del complejo, en torno a un tercio del total. Se quiere dar un servicio perfecto no sólo a la familia Obama sino a todos los huéspedes por lo que la cadena Ritz Carlton, gestora del hotel, ha traído a profesionales de otros hoteles de su red en Europa para que no se escape ningún detalle durante esta semana.

Arranz subrayó ayer a este diario que Michelle Obama "no ha pedido ninguna exclusividad en el trato y lo único que han pedido es discreción". Su intención es pasar unos días de relax con sus amigos y "no se ha establecido ningún tipo de protocolo". Arranz aseguró que no se le va a hacer un recibimiento especial y "si hemos puesto una gran bandera norteamericana junto con la española en el hotel ha sido simplemente por deferencia".

La Subdelegación del Gobierno no ha querido informar sobre el despliegue policial español en la zona aunque se ve a simple vista ya que, además de Obama, Arranz afirma que el primer ministro británico, David Cameron, también está en Marbella de vacaciones en una casa particular, si bien se desconoce si hará una visita a Michelle Obama. El sábado, un día antes de la partida de la primera dama, el Villa Padierna organizará un evento que contará con la actriz Eva Longoria y el actor malagueño Antonio Banderas aunque tampoco se sabe si Obama acudirá.

Arranz es consciente de que las miradas de medio mundo van a estar enfocadas en su hotel hasta el punto que "a las cinco ya había 18.000 medios de comunicación en el mundo que habían dado la noticia y se habían hecho 60.000 informaciones". Explica que "más que nervioso, tenemos la gran responsabilidad de que todo salga bien por la repercusión que está tomando y que será bueno para este hotel y para toda la Costa del Sol".

Hoy llega a Málaga la primera dama de EEUU, posiblemente la mujer más poderosa del mundo. "Todo está perfectamente. La infraestructura, la seguridad y lo único que queda pasar es la prueba de fuego", dice el dueño del Villa Padierna. Habrá que cruzar los dedos para que no haya ningún problema y la Costa del Sol vuelva a lucir en todo su esplendor.

stats