Moclinejo, pionera en el bienestar animal: la asociación Upra Málaga rescata a 200 perros y 90 gatos

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Lorena Blanco con uno de los perros rescatados de Upra Málaga / M.H
- Gema Rubio Galo

10 de enero 2024 - 06:27

Moclinejo/En un pueblo de poco más de 1.200 habitantes, la historia de Lorena Blanco y su equipo en el área de Protección Civil de Moclinejo ha desafiado límites convencionales. Tanto que han sentado un precedente a nivel nacional al convertirse en la primera iniciativa de rescate animal en situaciones de emergencia del país.

El plan, conocido como unidad de protección rescate y defensa animal Málaga (Upra Málaga), ha marcado un antes y un después en la forma en que se aborda la protección animal, rompiendo paradigmas y estableciendo un nuevo estándar para el cuidado y rescate de animales.

Blanco, técnica en el Ayuntamiento de Moclinejo, y la Agrupación de Protección Civil del municipio comenzaron a notar "la desatención hacia los animales en situaciones críticas". Ante la falta de atención y su abandono, decidieron liderar una iniciativa radical: la creación de la primera unidad de rescate de animales en situaciones de emergencia, una idea inicialmente considerada como "una locura" por la administración local.

El compromiso incansable del equipo de Upra Málaga no solo se evidencia en las historias de rescate, sino también en el esfuerzo por cambiar las percepciones y protocolos establecidos. La presentación de historias sobre animales rescatados, desde reencuentros con sus dueños hasta casos de recuperación de animales atropellados que encuentran un nuevo hogar en diferentes países, ayudó a sensibilizar a la administración.

Sin embargo, el punto de inflexión fue durante las inundaciones en Campanillas, donde se evidenció la necesidad urgente de contar con un equipo de voluntarios capaz de intervenir para rescatar a los animales afectados. Esta situación despertó una conciencia más profunda en las autoridades municipales, lo que llevó a un cambio significativo en los protocolos establecidos.

La administración cedió ante la evidencia de la efectividad del equipo de rescate, otorgándoles un premio por su labor. Esto marcó un cambio trascendental en el enfoque institucional, "alejándose del protocolo estándar de capturar animales para enviarlos a la perrera, hacia un modelo que ofrece oportunidades a perros de mayor edad, con enfermedades o discapacidades, proporcionándoles una segunda oportunidad en lugar de un destino lamentable", relata la técnica.

A pesar de las críticas iniciales, la labor de rescate ha sido fundamental. Desde perros atropellados hasta gatos abandonados en condiciones extremas, el equipo liderado por Blanco, Protección Civil y voluntarios ha intervenido en situaciones dramáticas. Han logrado rescatar a más de 200 perros y atender hasta 90 gatos, trabajando incansablemente para brindarles una segunda oportunidad.

Además de los rescates, han llevado a cabo diversas acciones. Desde colaboraciones con fuerzas de seguridad hasta la formación en intervenciones de emergencia con animales, el equipo ha desplegado esfuerzos multidisciplinarios para generar conciencia.

El esfuerzo comunitario ha sido una columna vertebral en este proyecto visionario. Una de las ayudas destacadas, fue del único bar del municipio, bar Reyes, quien cedió una zona significativa de terreno, concretamente 24 metros de parcela, para albergar y apoyar las labores del refugio animal. Este gesto de solidaridad y generosidad ha sido fundamental para el equipo de rescate, proporcionando un espacio vital donde los animales rescatados pueden recibir cuidado y protección mientras se recuperan y esperan ser adoptados.

La labor de este equipo de voluntarios ha trascendido fronteras. Sus acciones han resonado en países como Bélgica, Alemania y Estados Unidos, donde animales rescatados han encontrado un hogar.

Programas

El enfoque de este equipo va más allá del rescate animal; se extiende a la generosidad humana y la empatía en situaciones delicadas. Han desarrollado programas innovadores como el curso de mujeres y víctimas de violencia de género, donde se ha integrado la terapia con perros de protección.

Asimismo, han brindado apoyo invaluable a niños en etapas terminales de cáncer, permitiéndoles disfrutar de la compañía de los perros en su difícil trayecto, ofreciendo una conexión especial y un consuelo inigualable en momentos tan sensibles. Esta iniciativa, "liderada por una compañera sanitaria, ha marcado una diferencia significativa en la calidad de vida de estos pequeños luchadores, brindándoles momentos de felicidad y confort en tiempos de adversidad", añade Blanco.

Además de su labor humanitaria, el equipo ha invertido tiempo y esfuerzo en capacitarse y educar a la comunidad. Han impartido formaciones en intervenciones de emergencia con animales y han llevado a cabo exhibiciones de perros de trabajo para generar conciencia y visibilidad sobre la importancia de la protección animal.

Además, han organizado galas benéficas con actuaciones culturales donde los protagonistas principales son los animales, invitando a jóvenes intérpretes a compartir su talento en favor de esta noble causa.

Upra Málaga en una de las galas benéficas / Vía Facebook

Financiación

Es evidente que sostener un refugio de esta magnitud implica un gran esfuerzo. A pesar de algunas donaciones, principalmente provenientes de Bélgica, que contribuyen con el pago de algunas facturas, gran parte del sostén proviene de iniciativas autogestionadas. Actividades como ventas en mercadillos, tiendas y galas benéficas, son fundamentales para su financiamiento.

Una de las tiendas benéficas de Upra Málaga / Vía Facebook

Sin embargo, la realidad es implacable. La demanda de recursos supera con creces las fuentes de financiación actuales. El refugio se ve obligado a lidiar con un gasto diario considerable en alimentación animal, y a pesar de sus esfuerzos, a veces las horas invertidas no son suficientes para atender adecuadamente a todos los animales. A esto se suma la organización de eventos, que, aunque recaudan alrededor de 600 euros cada uno en promedio, resultan insuficientes frente a los costos totales.

Los gastos, que superan los 20.000 euros "o incluso los 40.000 euros", comprenden desde el mantenimiento de las instalaciones hasta los costos veterinarios y de transporte. La subvención actual del gobierno, que alcanza entre 2.000 y 4.000 euros, dista mucho de cubrir estas necesidades, dejando al refugio en una situación comprometida.

A pesar de cierta asistencia del Ayuntamiento del municipio en productos de limpieza y una asignación mensual de 400 euros, la carga financiera persiste, sobre todo frente a las nuevas políticas que obligan a los ayuntamientos a asumir esos costos.

Con la nueva ley, "es necesario e incluso obligatorio que ahora la responsabilidad recaiga en los ayuntamientos con respecto al presupuesto". Según Blanco, esto ha generado una queja constante entre los alcaldes de algunos municipios, quienes señalan la falta de líneas de financiación para cumplir con estas nuevas responsabilidades impuestas por la ley.

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