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Fitur 2023
El municipio de Ojén ha presentado en Fitur 2023 un nuevo y actualizado vídeo promocional en el que se pone en valor su patrimonio histórico y etnográfico a través de sus diversos hitos turísticos. Entre estos se encuentran la Iglesia de la Encarnación y su lámina mural de limones trepadores, la fuente de Los Chorros, punto de reunión social desde más allá del siglo XIX, las Cuevas Bajas, antiguo refugio de ganado actualmente reconvertido en centro de actividades culturales, o el Mirador de las Cuevas, desde el que se puede contemplar el Mediterráneo y la costa africana en los días en los que sopla poniente.
El alcalde de Ojén, José Antonio Gómez, ha destacado “que nuestro municipio se sitúa en un entorno privilegiado desde el que se contempla el Mediterráneo y se accede al Parque Nacional Sierra de las Nieves desde la Costa del Sol, de ahí que nuestro patrimonio histórico, etnográfico y cultural sea tan rico, porque desde la antigüedad son diferentes las civilizaciones que escogieron Ojén para vivir”.
Ojén se sitúa a diez kilómetros al nordeste de Marbella, sobre el camino interior que enlazaba con Málaga. Situado junto al arroyo Almadán, en un lugar apacible y rico en agua, se descubre este pueblo de casas blancas rodeado por las sierras Blanca y Alpujata, de gran riqueza en minerales de hierro, níquel, plomo, talco y dunita, y en la actualidad integrado en el Parque Nacional Sierra de las Nieves.
La iglesia de Ntra. Sra. De la Encarnación se encuentra en la plaza principal del pueblo. Edificada a principios del siglo XVI tienen una sola nave con un bellísimo artesanado mudéjar decorado con motivos geométricos. Destaca su torre-campanario, que aprovecha el alminar de una antigua mezquita, y las dos palmeras de su fachada principal, que le dan un singular toque de exotismo.
En la plaza del pueblo podemos encontrar una gran fuente de cinco caños, la cual data de 1905. Sus caños, alimentados por el río Almadán, han proporcionado agua a sus vecinos durante generaciones, siendo lugar de encuentro y charla entre las personas que acudían, y acuden, a por agua.
Antiguo molino, que data de 1800, restaurado recientemente, ofrece una muestra de cómo se extraía el aceite en tiempos ya pasados. Se accede a través de un pórtico que da paso al patio de trojes, donde se depositaba el fruto de la aceituna en espera del turno de molienda. La maquinaria, las piedras y la prensa recibían la fuerza motriz del agua, abundante en estos lares.
Está totalmente restaurado y su maquinaria, totalmente original, se pone en marcha para hacer demostraciones. Es lugar de obligada visita para entender la cultura popular ojeneta.
En definitiva, en dicho museo se puede ver una muestra de cómo se obtiene el tan preciado oro líquido, el acetite de oliva. Además cuenta con una pequeña tienda donde se podrá adquirir productos de la comarca de la Sierra de las Nieves.
"Una copita de Ojén", soniquete de siete golpes musicales que se popularizó en España por más de cien años, desde mediados del siglo XIX a mediados del siglo XX. Un soniquete que hacía referencia a uno de los secretos mejor guardados del municipio malagueño de Ojén, su aguardiente. Licor que se exportó a América y fue conocido internacionalmente hasta su desaparición entre leyendas y secretos. Picasso lo pintó en su cuadro Bodegón Español y Camilo José Cela y Rosalía de Castro lo incluyeron en algunas de sus novelas. Más aún, la maharaní de Kapurtala, Anita Delgado, lo llevó a extremo oriente.
El Museo del Aguardiente incluye una serie de paneles informativos con la historia del licor y su leyenda, con fotografías de etiquetas provenientes de todos los rincones del planeta, afiches, premios, recipientes antiguos, etc.
Y una de las pocas botellas que aún contiene el aguardiente de Ojén y que hasta el momento se ha conservado en el despacho de los diferentes alcaldes del municipio, cediéndose el testigo de tan preciado licor, legislatura tras legislatura. Gran parte del material que se exhibe en el museo ha sido cedido por los vecinos de la villa".
Las cuevas de Ojén son de los elementos más singulares que tiene la villa. De origen cárstico, en la antigüedad se utilizaron como refugio para animales y almacenaje de forrajes y alimentos. Las cuevas a visitar son dos, las Bajas y las Altas.
En la actualidad las cuevas bajas están rehabilitadas para usos culturales. En cuanto a las altas, encontramos un mirador, lugar idóneo para tomarse un respiro tras un hermoso paseo admirando las cautivadoras vistas que combinan el azul del mar con la verde sierra y la costa Marbella. Desde este lugar tan emblemático podemos divisar todo el pueblo y llegar a tocar el mar con la punta de los dedos.
En la antigüedad se utilizaban como secadoras de uvas y, posteriormente, como trilladera de cereales. Actualmente su uso es turístico, realizándose algunas actividades como observación de planetas y lluvia de estrellas en verano, hasta formar parte con sus estaciones del Vía Crucis del Viernes Santos. Desde allí hay unas espléndidas vistas del mar y de Marbella.
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