Torremolinos pone en valor el Pasaje Begoña como lugar histórico

Torremolinos/El Pasaje Begoña vuelve a inundarse de color. Los que conocieron en primera persona el ambiente de este mítico callejón de Torremolinos en los años 60 sentirán un halo de nostalgia al recorrer de nuevo sus calles y comprobar cómo tras décadas de olvido y abandono la ciudad da un paso más en la recuperación de este espacio, cuna de los derechos del colectivo LGTBI. Solo hay que darse una vuelta por la peatonalizada plaza Costa del Sol hasta la confluencia con la avenida Palma de Mallorca, desde donde puede verse un colorido cartel con el nombre del Pasaje Begoña, que vuelve al callejero casi cuatro décadas después, pues fue en 1981 cuando pasó a denominarse Pasaje Gil Vicente, borrando así de la memoria cualquier atisbo de tiempos pasados.

“Quiero lanzar una luz de esperanza hacia el mundo, para que este Pasaje Begoña sea lugar de encuentro, y cuente con el archivo LGTBI y un Centro de Interpretación que debe construirse entre todas las administraciones, y que colocará a Torremolinos en el centro de este discurso”, manifestó ayer el alcalde, José Ortiz, durante la presentación del proyecto, iniciado hace ya más de un año por Jorge Pérez y Carlos Parrilla.

“Torremolinos es una ciudad de refugio, porque lamentablemente sigue habiendo países donde existe la homofobia y la incapacidad de dialogar y de entendimiento. Esta causa, que nunca termina y que defendemos aquí, se pone hoy en valor para recuperar su verdadero ser”, agregó el primer edil, que recordó que hace solo unos meses el Pasaje Begoña fue declarado lugar de Memoria Histórica y cuna de los derechos LGTBI por la Comisión de Cultura del Congreso de los Diputados.

Por su parte, el concejal de Igualdad, Nicolás de Miguel, aseguró que es “un día histórico”. “Pasaje Begoña y Torremolinos es una luz, un reclamo de libertad, tolerancia e igualdad. Somos un grupo de hombres y mujeres que decidimos apostar fuerte por la libertad, que trabajamos con el amor y que en esta larga andadura saldremos victoriosos”, señaló. Así, consideró que el Pasaje Begoña “tiene que significar un gran impulso hacia adelante, como un símbolo de libertad, tolerancia, convivencia y diversidad en el que cabemos todos; seña de identidad que Torremolinos tuvo, tiene y tendrá”, añadió.

La imagen del callejón hoy dista bastante de la de hace tan solo un año. No solo han abierto algunos de los locales que durante décadas permanecieron cerradas tras haber albergado algunos de las salas de fiesta más conocidos en toda España y por las que pasaron celebridades de la época, sino que también se ha trabajado en el adecentamiento del espacio público, como el pulido del suelo, la sustitución de las arquetas, la iluminación y la colocación de adornos. Por último, se han pintado graffitis de gran tamaño e instalado placas informativas. Y también se contará con un kiosko-punto visible (cedido por la ONCE) como punto de información histórica, cultural y turística, y está en marcha la creación de una revista.