Las encinas y los acebuches, principales especies afectadas por la sequía en la Axarquía
El presidente de GENA resalta el uso excesivo de los acuíferos como un factor crucial en la problemática
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La sequía ha emergido como un desafío crítico para los bosques naturales en la Axarquía. Rafael Yus, presidente del Gabinete de Estudios de la Naturaleza de la Axarquía (GENA), destaca los devastadores impactos de la escasez de agua en estas áreas. Específicamente, el acebuche y las encinas, especies robustas, son las principales afectadas por esta crisis.
La escasez de agua no solo se manifiesta en los embalses, sino que también se refleja en la disminución de los acuíferos. Yus destaca la conexión entre la falta de agua en los embalses y el recurso excesivo a los acuíferos como un factor clave en el problema. "Esta práctica ha generado un efecto dominó, afectando no solo la vegetación, sino también comprometiendo la supervivencia de diversas especies".
En cuanto a las especies afectadas, la sequía ha tenido un impacto devastador en la fauna local. El ecologista señala que la sequía afecta directamente a los insectos, "cruciales para el equilibrio ecológico". La disminución de ciertos insectos colonizadores y larvas ha llevado a una cascada de efectos en la cadena alimentaria, afectando a mamíferos, reptiles y anfibios. Especies como el renacuajo, que dependen de fases acuáticas, están viendo disminuir sus poblaciones debido a la sequía.
En particular, Yus señala la "dramática situación" de una balsa en el río Vélez, que históricamente mantenía su caudal. Ahora, como resultado de la sequía, esta balsa se encuentra completamente seca, impactando negativamente en hasta siete especies de anfibios que solían habitar la zona. La ausencia de agua en estos hábitats acuáticos "es un reflejo doloroso de la crisis hídrica que enfrentamos".
En cuanto a Nerja, el presidente de GENA subraya que la sequía también ha dejado huellas preocupantes en la zona. Bosques que anteriormente resistían las condiciones adversas ahora muestran signos de estrés, con especies como quejigos experimentando problemas y "convirtiéndose en pasto para plagas oportunistas".
Las señales de la falta de agua se hicieron evidentes el año pasado, especialmente en las zonas más bajas de los bosques naturales de la Axarquía, donde los acuíferos se encuentran secos. Yus observa con preocupación cómo incluso las plantas resistentes, como acebuches y encinas, están sucumbiendo a la falta de agua, algo que antes no había presenciado. La pérdida de vegetación no solo impacta la biodiversidad, sino que también afecta a sectores agrícolas.
GENA, como defensor de la naturaleza, se enfrenta a un desafío estructural que "escapa al control humano". La sequía en los bosques naturales requiere soluciones a largo plazo y, lamentablemente, "rezar por la lluvia es la única opción inmediata".
La situación se agrava en las áreas urbanas, donde los árboles también están sufriendo las consecuencias de la sequía. Yus resalta la importancia de los árboles urbanos en la calidad de vida, subrayando la necesidad de preservarlos.
No obstante, el ecologista lamenta la imposibilidad actual de avanzar en el proyecto del parque urbano planificado en Vélez-Málaga. "La sequía impide la creación de este espacio verde crucial para las áreas urbanas, lo cual sería beneficioso para la calidad de vida de las personas y el entorno".
En cuanto a la estrategia de GENA, Yus reconoce la limitación de su capacidad de acción en bosques naturales no gestionados por la organización. "La gestión de estos espacios está en manos del Estado, y cualquier intervención requiere un enfoque cuidadoso para evitar impactos negativos en la biodiversidad local".
La conciencia pública emerge como un componente fundamental en la lucha contra esta crisis hídrica. A pesar de los esfuerzos de GENA en labores de difusión y divulgación, las campañas de plantación enfrentan obstáculos logísticos significativos. La búsqueda de espacios adecuados para plantar se ve limitada, especialmente en áreas protegidas donde la intervención es restringida.
En su esfuerzo por aumentar la conciencia ambiental, GENA ha organizado excursiones educativas por la comarca. Estas iniciativas tienen como objetivo sensibilizar a la comunidad acerca de la importancia de preservar los bosques naturales y los impactos adversos de la sequía en la biodiversidad local. A pesar de los desafíos logísticos que enfrentan las campañas de plantación, los ecologistas mantienen su compromiso de educar y movilizar a la comunidad hacia la conservación activa del entorno natural.
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