El alcalde de Cártama: "La zona de viviendas que hay junto al río es todo barro, pero en un mes nadie se acordará del desastre"

Jorge Gallardo advierte de que, pese a que "es muchísima agua la que ha caído", de haber estado limpio el Guadalhorce los daños no habrían sido tan cuantiosos

Cortado al tráfico el acceso a Málaga desde Cártama

Una vecina de Cártama intenta acceder a una vivienda, llena de barro / Javier Albiñana

Cártama, una de las más azotadas por el temporal, se recupera del golpe con las heridas aún muy abiertas. El río Guadalhorce, desbordado a su paso por el municipio tras las intensas lluvias. La barriada de Doña Ana, inundada y con la mayoría de sus vecinos evacuados. Caminos y parcelas intransitables. Es el Día de la Marmota. Porque los daños, de nuevo, como en las últimas inundaciones, vuelven a ser "infinitos". Y muchos de los destrozos, en palabras del alcalde, Jorge Gallardo, se podían haber evitado. “Toda la zona de viviendas cercanas al río es barro. Hay que limpiar los ríos y los arroyos. Y no hacen caso; no se actúa”, afirma contundente. Porque, en su opinión, pese a que es “muchísima agua la que ha caído” en las últimas 48 horas, las secuelas no habrían sido tan graves de haberse procedido antes a la limpieza del Guadalhorce. “Se podía haber mitigado parte de lo sucedido, pero se nos olvidará. Dentro de un mes nadie se acordará del desastre”, ironiza el regidor cartameño, que asegura estar “harto de decirlo en cada foro”, en cada “oportunidad” que se le antoja. Y, así, se muestra convencido de que los dirigentes políticos que tienen la competencia “volverán a caer en el mismo error”, porque “nadie quiere actuar”.

"Nadie recordaba algo así"

Los técnicos continúan cuantificando y valorando los daños a través de un análisis que refleje “lo que ha ocurrido en el municipio”. Por el momento, “es muy complicado” dar cifras reales que den cuenta de la situación vivida. La inundación, que en esta ocasión ha obligado al rescate de vecinos por medios aéreos y acuáticos, ha sido, asevera Gallardo, “muy grave” y se da “cada 25 o 30 años”. “Nadie recordaba algo así”, advierte el alcalde. Aunque se les ofreció la posibilidad de alojarse en hoteles, la mayoría de los afectados optaron por pernoctar en casa de familiares o en otras viviendas alternativas.

Mientras tanto, se trabaja para tratar de abrir los accesos a la Estación de Cártama “y dar servicio” porque, por el momento, “es un caos” salir de este punto. Las máquinas se emplean a fondo para achicar agua y continúan las labores de limpieza de la barriada de Doña Ana, donde los residentes “tienen cuatro dedos de barro”. Otra de las zonas que resultó más perjudicada es la entrada al colegio Pablo Neruda. Anoche, los operarios estuvieron trabajando hasta la medianoche para que los alumnos pudieran incorporarse hoy con normalidad, con la salvedad de los incidentes que hayan podido sufrir los docentes por los atascos para acceder y salir de Estación de Cártama. 

El rescate de un caballo, en vídeo

Ayer martes,  hasta efectivos de la policía local se tuvieron que emplear a fondo para rescatar a un caballo del agua cuando navegaba a merced de la fuerte corriente del Guadalhorce. Vecinos de la localidad confirmaron a este periódico que la crecida del caudal les pilló por sorpresa durante la misma mañana de este martes e incluso tuvieron que abandonar sus viviendas dejando a los animales a su suerte pese a las adversas condiciones climatológicas.

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