La alcaldesa de Humilladero exige a la Junta mantener las dos líneas de infantil del colegio

El PSOE acusó el Partido Popular de querer cerrar el mayor número posible de servicios públicos en la comarca

Los padres advierten sobre el riesgo de saturación al contar ya con 8 alumnos con necesidades especiales

Comienzan las movilizaciones en Humilladero contra la eliminación de una clase de infantil

Manifestación a las puertas del colegio de Humilladero.
Manifestación a las puertas del colegio de Humilladero. / M.H.

Los padres del colegio de Humilladero Nuestra Señora del Rosario mantienen sus movilizaciones para reclamar a la Junta de Andalucía que mantenga las dos líneas de infantil con las que cuenta el centro en la actualidad y que se encuentra en peligro. En concreto, para el próximo curso tan solo está previsto que se conserve una de ellas con un máximo de 25 alumnos.

La alcaldesa de la localidad, Auxiliadora Gámez, se sumó a las exigencias de los padres y reclamó a la Junta de Andalucía que mantenga las dos líneas de infantil. La regidora estuvo acompañada por el secretario de Organización del PSOE de Málaga, José Bernal, el parlamentario andaluz José Luis Ruiz Espejo y el diputado provincial Manuel Lara, ha pedido a la delegación territorial de Educación en Málaga que reconsidere su decisión de eliminar una de las aulas para alumnos de entre 4 y 5 años.

Por su parte, Manuel Lara ha criticado que el PP haya votado en contra en la Diputación de una moción de los socialistas rechazando la eliminación de esta clase e instando a la Junta a revocar la decisión. “El PP está empeñado en nuestra comarca en cerrar el máximo de servicios públicos posibles”, ha asegurado Lara.

“El PP en la Diputación ha votado en contra de una moción del PSOE en la que pedíamos el apoyo para el mantenimiento de las aulas del colegio de Humilladero. El PP, una vez más, vota en contra de los vecinos y vecinas de la comarca de Antequera”, ha concluido.

Las movilizaciones se vienen realizando desde el inicio del periodo de matriculaciones para el próximo curso para tratar de revertir la decisión que consideran que puede tener efectos de saturación en el centro que, además, tendría que admitir a más de los 25 alumnos fijados si posteriormente llegan nuevas peticiones de matrículas.

Los padres han incidido en el hecho de contar con 8 alumnos que tienen necesidades especiales por lo que requieren apoyo para su formación. A ello se podrían sumar otros dos alumnos que están siendo estudiados por los equipos especializados y que podría elevar a 10 el número de niños en esta situación dentro de un aula con 25 alumnos.

Además, creen que en caso de baja de alguno de los profesores esta situación también terminaría afectando a las aulas de los cursos superiores cuyos profesores de refuerzo tendrían que pasar a atender infantil.

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