El alga asiática, "ruina" de los pescadores marbellíes: caídas de las capturas de entre el 70% y el 90%

Andrés Maestre, patrón del 'Con alma', una de las tres únicas embarcaciones artesanales que siguen saliendo a faenar en Marbella, pese a que cada vez llegan a puerto con menos pescado y los gastos son crecientes

Los pescadores aseguran que el problema va cada vez a peor, con una caída de las capturas de entre el 70 y el 90%

Destinan a compost las 7.200 toneladas de algas asiáticas recogidas en la Costa del Sol

Recogida de alga asiática. / Jorge Zapata EFE

Desde Huelva hasta Almería, pasando por Cádiz, Málaga y Granada, el alga asiática empieza a formar parte de la fotografía del litoral andaluz y comienza a convertirse en un gran problema para pescadores artesanales de toda Andalucía. "La situación es deprimente. Una ruina lo que tenemos y no somos capaces de levantar cabeza", comenta apesadumbrado Andrés Maestre, patrón del Con Alma, a la agencia EFE. Esta es una de las tres únicas embarcaciones artesanales que sigue saliendo a faenar por Marbella a día de hoy. "No se gana ni un duro", comenta con otros compañeros, y la situación va tornándose insostenible con caídas de las capturas de entre el 70 y el 90%.

La Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol Occidental ha recogido entre abril y julio de este año más de 7.200 toneladas de alga asiática a través de Urbaser, la empresa que gestiona estos residuos en el Complejo Ambiental Costa del Sol. En el caso de Marbella, donde faena Maestre, se han superado las 1.964 toneladas. En Estepona la situación es aún más grave, con un total de 2.769 -en Mijas han sido 1.530, en Manilva un total de 469 y en Casares 496. Es evidente que se trata de una realidad a la que hay que poner coto por el "daño que está provocando en nuestras costas", comentaba hace unos días el presidente de la Mancomunidad, Manuel Cardeña.

Antonio Aro, patrón de que faena también en aguas marbellíes, comparte así circunstancias con Andrés Maestre y se lamenta: "Yo hoy he cogido cuatro kilos de pescado y eso no cubre nada". Tras varias horas en el mar, la productividad no es la esperada y las expectativas no son nada halagüeñas, porque el alga asiática, comenta, no es como la autóctona, que había principalmente en verano y en invierno desaparecía. Ahora "está todo el año", sentencia Aro.

Recogida de alga asiática por los faenadores andaluces. / Jorge Zapata EFE

Entre los principales problemas que ocasionan las algas es que se enganchan en las redes, originando una especie de pared que impide la entrada de peces y las arrastran hasta el fondo, y acaban destrozándolas. "La red que llevo yo a bordo no tiene ni un mes y ya la tengo que cambiar", agrega Andrés Maestre. En su barco levantan los aparejos más a menudo de lo normal para ir limpiándolos de algas o "hierbas", como los pescadores las llaman.

Cada día recogen "miles y miles de kilos de algas, es imposible de calcular", y las vuelven a echar al mar porque si no la embarcación no podría con tanto peso. "Nosotros hemos llegado a coger el peso del barco en algas", subraya Maestre.

Amenaza para peces y marisco

Los pescadores malagueños han tenido que buscar nuevos sitios donde faenar para intentar sortear las algas, pero es misión imposible: están por todos lados y se mueven mucho por las mareas y las fuertes corrientes de la zona, señala a Miguel Blanco, patrón del 'Mi Suleyka', a EFE. "El alga asiática tiene todos los fondos infectados. Con la red no se puede pescar. A lo mejor se pueden pescar atunes, pero a todos los barcos no les dan licencia para hacerlo", expone Blanco.

Este pescador alerta de que las algas han "enfermado" a los peces, que pesan menos de lo normal, y "se están cargando el marisco", ya que las "hierbas" tapan el fondo marino y los moluscos, como la concha fina, no pueden respirar. Lo peor, aseguran los patrones malagueños, es que no existe una solución para erradicar este alga invasora, que amenaza con destruir por completo el sector de la pesca artesanal en Andalucía.

Alga asiática enredada en las redes de los pescadores. / Jorge Zapata EFE

A ello se suma el mal estado en que se encuentra el puerto de Marbella, con falta de luz por la noche y unas instalaciones en estado de abandono y sin acceso a agua dulce que hace su labor aún más difícil, según denuncian los pescadores.

La situación del alga asiática es igual de preocupante en Cádiz, donde los pescadores de Barbate o Conil de la Frontera hace tiempo que reclaman la ayuda de las administraciones para hacer frente a esta "grave problemática". Ante la presencia de esta especie, los barcos de pesca de Barbate se desplazan hacia Conil en busca de algún espacio donde faenar, pues han perdido el 95 % de su zona habitual.

Debido a ello, el sector en Conil ha visto menguado su espacio habitual de pesca, que en cinco años ha pasado a reducirse un 70 %, y este sobreesfuerzo pesquero "más pronto que tarde pasará factura", advierte el sector. Aseguran los pescadores gaditanos que el alga asiática no solo destroza las artes de pesca de enmalle o palangre, sino que además ha transformado el ecosistema de tal manera que se ha producido un desplazamiento de especies.

¿La solución?

La presencia del alga asiática en la costa supone también un problema creciente para los ayuntamientos, que gastan grandes cantidades de dinero para retirar a diario las miles de toneladas que se acumulan en las playas, que en buena parte acaban utilizándose como abono de zonas verdes y jardines. El problema es de tal magnitud que los científicos españoles se han puesto manos a la obra para investigar posibles usos del alga asiática.

Han visto, por ejemplo, que pueden servir para fabricar envases para alimentos, ya que ayudan a conservar la temperatura del interior, y también ayudan a retener metales pesados que se encuentran en el mar, como el cadmio, el cromo, el arsénico o el mercurio, con lo que pueden ser útiles en el desarrollo de membranas para filtrar el agua contaminada. En la Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol Occidental están estudiando fórmulas para ello. Así, se están tratando de forma conjunta con los residuos orgánicos recogidos selectivamente y la poda para obtener un compost de calidad, que se cederá a los ayuntamientos mancomunados". "Estos, a su vez, podrán utilizar este material para el abono de zonas verdes y jardines de los municipios, alcanzado así la plena circularidad de este residuo", añade Manuel Cerdeña, presidente de esta entidad.

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