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Ojén/La antigua empresa concesionaria encargada de gestionar la Eco Reserva de Ojén continúa alimentando a la fauna y permaneciendo en el paraje natural, pese a la orden de desalojo definitivo emitida el pasado mes de mayo por la Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul, que asegura que ésta “ha de irse y dejar a los animales” para que la Junta se haga cargo del mantenimiento de las especies, según han indicado desde la administración regional.
El pasado mes de mayo, la Junta de Andalucía decretó el cierre definitivo de la Eco Reserva de Ojén tras detectar varios incumplimientos de la concesión administrativa por parte de Andalucía Ecotour S.L., en base a dar cumplimiento a la resolución de caducidad de la misma, dictada en febrero de 2022.
La decisión se notificó pese a las manifestaciones y las firmas recogidas contra el cierre, que en la actualidad suman 81.450 apoyos, asegurando la Junta de Andalucía en mayo mediante un comunicado que “no se van a desalojar ni desahuciar a los ejemplares de la reserva", así como que los animales "van a seguir en su hábitat” y “se van a garantizar todos los recursos necesarios para su bienestar, alimentación y mantenimiento".
Dos meses después, los responsables de la antigua concesionaria continúan en el paraje natural, alimentando a diario a los más de 100 animales que habiten la Eco Reserva de Ojén: “No nos vamos a ir”, ha recalcado Antonio Calvo, representante de Andalucía Ecotour S.L., quien ha defendido el proyecto de educación medioambiental y de conservación que emprendió en 2016 en el espacio.
Así, a diario alimenta a la fauna de la Eco Reserva de Ojén “con un palé de 350 kilos de frutas, verduras y hortalizas” donado por el Corte Inglés, subrayando que “los animales están súper sanos”, además de realizar un “control del estado sanitario” de las especies para evitar “la aparición de parásitos y garrapatas”.
“Sigo haciendo lo mismo, dedicado en cuerpo y alma para dar alimento, con una sequía extrema”, ha apuntado, recordando que la fauna de la Eco Reserva requiere de “9.000 kilos por mes” de comida y que “hay mucha gente apoyando” de forma voluntaria.
Tras la resolución que dictaba el desmontaje de las instalaciones, los gestores han decidido seguir y no abandonar el espacio natural: “Nos hemos mudado allí”, ha aseverado. “Nos hemos venido a vivir a la Reserva Ecológica para estar cerca de los animales, que necesitan cuidados diarios, aporte de alimentos, hay que traerles agua y cuidar su salud”, afirma en un vídeo publicado en Facebook.
“Esto se llama resiliencia, aprender de la tragedia”, prosigue, remarcando que “es una aventura vivir con los animales, que siempre ha sido mi sueño”. “No vamos a abandonar, no nos vamos a rendir, la Eco Reserva es útil y necesaria para la sociedad”, ha defendido, asegurando que la Junta “no ha tomado posesión”.
Por otro lado, ha lamentado la reparación constante del vallado que bordea la Eco Reserva, al tiempo que ha indicado que en estos momentos están dedicados al “bienestar de los animales” y a buscar recursos para “el mantenimiento y el cuidado animal”.
Calvo asegura que lleva “un año y medio sin percibir ingresos y afrontando gastos” desde que la Junta de Andalucía realizara en el paraje natural la primera inspección y cerrara las instalaciones, con una deuda de “65.200 euros”.
Por ello, ha vuelto a solicitar a la Junta de Andalucía “diálogo” para mantener el proyecto, asegurando que “las faltas que nos argumentan no son graves, son leves o inexistentes”, por lo que apuesta por “crear sinergias o canalizar la voluntad popular, más que sancionar”.
Por su parte, desde la Administración regional han señalado que “ha de irse él y dejar a los animales para que se haga cargo la Junta” del mantenimiento y la alimentación de las especies que habitan la Eco Reserva de Ojén.
La Junta de Andalucía quiere seguir adelante con este proyecto de este Monte Público con otro gestor, porque a esta empresa se le ha caducado la concesión por incumplimiento sistemático de la concesión y decenas de inspecciones. Se detectaron 15 infracciones que supone un incumplimiento grave de la normativa.
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