Bomberos sacan agua y barro de una iglesia de Cártama anegada por la tromba de agua
Bomberos sacan agua y barro de una Iglesia en Cártama
Un estudio de la Mancomunidad de la Costa del Sol Occidental plantea la extracción mínima de 100.000 metros cúbicos de arena del fondo marino para su reubicación en las playas de entre Torremolinos y Manilva ante la escasez que presentan de este material. La actuación prevista se configura en torno a los principales puertos deportivos del litoral occidental.
De sus fondos marinos se extraería esta cantidad de arena y se devolvería a las playas de su entorno para paliar así un déficit fruto de una suma de condicionantes. "El principal problema no es la subida del nivel del mar, sino la pérdida de arena que sufre por diferentes motivos", asegura Ángel González, jefe de Demarcación de Costas de Málaga.
Uno de ellos –"y ese ya no tiene arreglo"– es el proceso de urbanización que ha sufrido el litoral en los últimos años. El otro, que sí plantea margen de acción, es la eliminación de los sucesivos obstáculos artificiales que presenta la línea costera occidental. Algunos ejemplos son jardines u otros elementos arquitectónicos como parques, paseos marítimos o los propios puertos deportivos o incluso chiringuitos.
"Se ha realizado una serie de infraestructura masiva que impide el movimiento natural de la arena", explica Pablo Cabrera, ingeniero y redactor de las recomendaciones que plantea la Mancomunidad. Y es que la arena de la playa realiza una migración natural que trasvasa este material de una playa a otra en dirección poniente y cuyo movimiento se ve obstaculizado con este tipo de infraestructuras que causan escasez de arena en algunas playas ante la ruptura de esta transición.
"Por cada metro cuadrado que podamos liberar del litoral es como si vertiéramos tres metros cúbidos de arena", insiste Cabrera, que pone este ejemplo –equivalente a la capacidad en una habitación de tres metros cudrados– ante los principales representantes de los colectivos afectados por esta problemática.
Estos han sido el propio presidente de la Mancomunidad, Manuel Cardeña; el presidente de la Asociación de Empresarios de Playas de la Costa del Sol (Aeplayas), Manuel Villafaina; el vicepresidente de la Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol (Aehcos), Javier Hernández; el preisidente de la Asociación de Empresarios y Profesionales de Marbella, Juan José González, y la alcaldesa de Torremolinos, Margarita del Cid.
Todos se han reunido en el emblemático hotel torremolinense Pez Espada en un desayuno organizado por Málaga Hoy y la Mancomunidad en el que se ha abordado esta problemática de la escasez de arena en el litoral malagueño. Y todos han llegado al mismo consenso: las playas de Málaga necesitan la aportación de arena procedente de dragado, que es el nombre técnico que recibe esta estracción de arena del fondo del mar y su reubicación en las playas.
La retirada de zonas de ocupación en DPMT (Dominio Público Marítimo-Terrestre) de elementos "no útiles" es una tarea que ya pueden estudiar los propios ayuntamientos –"supondría una mejora y ganancia sustancial de superficie de playa"–, hasta que la Demarcación de Costas pueda "proyectar, tramitar y acometer" este trasvase de arena.
La principal línea de actuación está centrada en actuar sobre la afección que crean los puertos deportivos. Parte de la arena inmovilizada se encuentra en su entorno y afecta a la dinámica natural del material. Sobre estos son comunes las actuaciones de dragado, pero "son muy escasos por falta presupuesto, limitándose a la bocana, pero nunca a superficies mayores", radiografía el informe.
El dragado que plantea la Mancomunidad no sería rentable por debajo de los 100.000 metros cúbicos y plantea varias actuaciones prioritarias. De titularidad municipal, enumera el Puerto Deportivo de Marbella, donde se estima uno aproximado de 143.000 metros cúbicos de arena; el del Puerto Deportivo de Fuengirola (685.000), y el de Benalmádena (584.000).
"No podemos proponer que se derribe todo, eso sería una actuación de laboratorio, estamos hablando de quitar, por ejemplo, esa vegetación que se ha puesto de forma artificial y que su retirada no hace daño a nadie económicamente", insiste el jefe de Demarcación de Costas de Málaga como medida provisional ante el dilatado calendario que plantea la tramitación administrativa de los dragados planteados o de cualquier otra propuesta.
"Los estudios ambientales de tres o cuatros años", apunta Villafaina, el presidente de la patronal de los chiringuitos de playa en Málaga y quien se ha mostrado más crítico sobre la eliminación de obstáculos en la arena entre los que podría incluirse los propios restaurantes. No obstante, desde la Mancomunidad apuntan a que existen soluciones como cambiar la estructura y la forma de construir estos locales. Alzarlos sobre la arena y que el agua ejerza su inercia natural por debajo de la estructura es una de las posibilidades.
Villafaina, en este sentido, también ha propuesto que "como tenemos la misma longitud de litoral como de arroyos y ríos en la provincia" –169 killómetros– se podría extraer fango de estos para trasladar esa arena a las propias playas malagueñas. "Encima los embalses tendrían más capacidad de agua", argumenta mientras recuerda que la problemática actual viene de largo: "Permitieron que se urbanizara absolutamente todo".
Lo importante, coinciden, es que "hay voluntad de aplicar políticas posibilistas", asegura en el mismo encuentro el presidente de CIT Marbella, quien subraya la importancia de "mantener la calidad de las playas porque nuestra economía depende exclusivamente del sol y playa". "Es un reto importante para sel sector turístico, que representa el 17% del PIB en Málaga", recuerda el vicepresidente de Aehcos.
Bien lo sabe la alcadesa de Torremolinos, Margarita del Cid, que sostiene que el municipio que gobierna no se hubiera desarrollado sin sus playas, que por primera vez en la historia de su litoral suma tres banderas azules. "Hay que evitar el enfrentamiento político y poner en valor la iniciativa público-privada", manifiesta.
En ello también está la Mancomunidad con el Gobierno. "Las tuberías de saneamiento tienen que salir de las playas", afirma Cardeña, presidente de la Mancomunidad, institución que prepara una guía de actuaciones para los ayuntamientos de la zona. La de las tuberías de saneamiento se va a ejecutar de forma "inminente", al menos, para el tramo de hasta dos kilómetros de tubería que ya están bajo el mar a la altura de Marbella.
Se trata de una de las localidades, junto a Estepona, que plantea más intervención para revertir la situación de la escasez de arena y que, precisamente, mantiene ilegalizado su paseo marítimo por ocupar parte del litoral. "Es una buena base de negociación", concluyen los presentes.
Se refiere a la de de reubicar estas tuberías –"que es otro elementos artificial que ha emperado nuestras playas"– en un mismo proyecto que permita la legalización definifitiva del marítimo marbellí. Una de esas actuaciones pasadas que ya no tienen arreglo.
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