Arranca la vendimia más larga de Europa

En la Axarquía existen parcelas a diferente altitud por lo que varía el tiempo de maduración de la uva

Este año está marcada por el calor y por la aparición del mildiu en algunas viñas

Una jornada de vendimia. / M. H.
Mayte Cortés

01 de agosto 2021 - 07:33

Málaga/Antes de que arranque el mes de agosto, los agricultores de la Axarquía ya se estaban preparando para la vendimia. La moscatel de Alejandría está en el punto óptimo de madurez para los vinos blancos, y con el sol apretando, no se pueden permitir ningún descuido. La calidad que caracteriza a estos vinos malagueños requiere una precisión milimétrica, y en ello, mucho tiene que ver el punto de maduración de la uva cuando es recogida.

La vendimia de la Axarquía, la que llaman la “heroica” por sus duras condiciones, es la primera de la provincia de Málaga, y es además, la más larga de Europa. En lugares donde todas las viñas están al mismo nivel y están mecanizadas, la recogida de la cosecha puede estar en torno a quince días, sin embargo en esta comarca malagueña se puede extender desde finales de julio a mediados de septiembre cuanto la planta se deshidrata y se hacen algunos vinos dulces. La razón estriba en las variadas y amplias zonas que contempla: hay parcelas a 300 metros sobre el nivel del mar y otras a 1.000 metros.

Así, los agricultores comienzan con las partes bajas donde maduran antes. En zonas incluidas en las denominaciones de origen de La Rioja o Ribera del Duero, por ejemplo, todas las vides maduran prácticamente al mismo tiempo. “Esa diferencia de altitud que marca diferentes puntos de maduración, también nos posibilita diferentes elaboraciones. Es una maravilla, eso no existe en ningún sitio”, puso en valor Juan Muñoz, uno de los propietarios de la Bodega Muñoz Cabrera (Dimobe) y de Viñedos Verticales.

Generalmente comienza a finales de julio pero este año, el terral continuado ha provocado que se adelante algunos días. Una circunstancia meteorológica a tener en cuenta para los vinos blancos, frescos y aromáticos, que no requieren que la uva madure mucho y los golpes de calor podrían ser nefastos para esta fruta. “Son uvas de mucha calidad”, apostilló el gerente de Dimobe que entre otros vinos puede presumir del espumoso “Tartratos" o el seco de “Lagar de Cabrera”.

En este sentido, desde el Consejo Regulador Vino Málaga (CRDO) informaron que las precipitaciones han sido un 25 por ciento menores a la media histórica, aunque puntualmente superiores en enero y abril. Respecto a la temperatura, los registros medios concuerdan, prácticamente, con los históricos, habiendo sido ligeramente cálidos en primavera.

Ante esto, en cuanto a la cantidad, indicaron que “es predecible una cosecha algo inferior, sobre un diez por ciento, ya que la escasez de precipitaciones es recurrente en el último lustro, cuantificando la campaña en unos 3,7 millones de kilogramos”. Sin embargo, “la calidad organoléptica se puede calificar de buena a muy buena”, aseguraron.

Este año además del terral, los agricultores de algunas zonas se han topado con el mildiu. La última vez fue en 2011. Afortunadamente, para esta cosecha no ha tenido la intensidad con la que el hongo apareció hace 70 años. Se trata de una enfermedad potencialmente peligrosa que afecta a todas las partes verdes de la vid, principalmente a las hojas, inflorescencias y bayas. “La calidad es muy buena pero está siendo un año difícil, la naturaleza es así”, reconoció Muñoz, uno de los propietarios de esta bodega de Moclinejo.

Fotografía realizada durante la vendimia. / M. H.

“El mildiu afecta sobre todo a las viñas que están de cara al Mediterráneo, las que tienen más frescura. Lo ha provocado las lluvias de mayo perdiéndose las cosechas que están a mayor altitud, otras parcelas están mejor”, explicó este viticultor cuyas bodegas se nutren de viñas repartidas entre los Montes de Málaga a las proximidades de La Maroma en Canillas de Aceituno pasando por Vélez – Málaga, Almáchar, El Borge, Cútar o Comares. Trabajan con 28 viticultores, que junto a sus tierras, suman 36 hectáreas sólo de Moscatel. También tienen doradilla, pedro ximénez, romé, garnacha, verdot o syrah.

“El punto de maduración que necesitamos conlleva que las viñas bajas se recojan antes, y las altas, que son tardías, son las más afectadas”, añadió calculando que algunas parcelas han podido estar dañadas entre un 30 y un 100 por cien. “Eso sí, las uvas tempranas están siendo una maravilla”, recalcó. No obstante, Muñoz como buen viticultor sabe que hasta que no termine la campaña, “no se podrá valorar”. Tanto la cantidad como la calidad, dependerá además de las circunstancias que se han dado hasta ahora, de cómo evolucionen las condiciones agronómicas del cultivo en esta fase.

Otra de las bodegas asentadas en la Axarquia es la de Bentomiz, cuya propietaria, Clara Verheij lleva casi dos décadas produciendo vinos. Conoce bien estas viñas y la climatología malagueña. “El calor ha adelantado la vendimia, y si continua, ello también conllevará que se haga más rápido ya que en la filosofía de mis vinos no entra la uva sobramadurada”, razonó Verheij que es además la encargada de elaborar los vinos Ariyanas. “Por lo que estamos viendo, habrá menos uvas de las que creíamos que habría en primavera, pero sí que de mucha calidad”, afirmó la propietaria de la Bodega Bentomiz.

De hecho, CRDO estima que este año la vendimia aporte algo menos de de 4 millones de kilos de uva con una calidad organoléptica de buena a muy buena. La zona de producción vitivinícola de la provincia de Málaga se compone de siete territorios entre la Axarquía, Montes de Málaga, Norte de Málaga, Serranía de Ronda, Manilva, Sierra de las Nieves y Costa Occidental. Están integradas 45 bodegas.

Los viñedos de la Bodega Bentomiz son ecológicos. También trabaja con otros viticultores de Sayalonga, Cómpeta y Archez. “Es una lástima que en Málaga sigan dominando los vinos de Rioja o de Ribera del Duero. Me gustaría que toda la hostería malagueña apostase por sus vinos como en el Priorat donde no encuentras ninguno que no sea de la zona. Hay que aprender de lo orgullosos que están de sus vinos”, lamentó Verheij quien, no obstante, considera que “cada vez hay mayor demanda”. “Deberían de estar en todos los restaurantes porque tenemos mucha calidad y variedad”, añadió.

Una opinión que comparte Juan Muñoz, y aunque optimista con el crecimiento del mercado, reconoce que la pandemia ha sido un mazazo para las bodegas malagueñas. “En Málaga cada vez se vende más y se aprecia más. Vamos por buen camino aunque la pandemia ha hecho que las bodegas se resientan muchísimo al perder el turismo”, afirmó el gerente de Dimobe con 9 medallas en la última edición de los Premios Mezquita, la más la más importante, la Gran Medalla de Oro para El Lagar de Cabrera crianza.

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