Una asociación que atiende a 372 discapacitados, al borde del cierre

La Asociación Pro-Discapacitados Psíquicos de Estepona (Aprona) simboliza en la provincia el impacto que tiene sobre el tejido asociativo de la región los ajustes económicos que han emprendido las administraciones públicas para equilibrar sus cuentas. La asociación se ve perjudicada por los recortes presupuestarios de la Junta de Andalucía y por el ERE que propone el Ayuntamiento para despedir a 176 trabajadores municipales y ahorrar 6 millones de euros.

El Gobierno andaluz debe unos 370.000 euros a cuatro centros concertados de Aprona. La mayor cuantía la adeuda a la Residencia de Adultos, que está a la espera de recibir unos 176.000 euros. La última subvención la ingresó en febrero. Desde entonces, la Junta le debe cuatro mensualidades de 44.000 euros. Una psicóloga, una trabajadora social y distintos cuidadores atienden en este local a unas 40 personas mayores de 16 años con discapacidad intelectual y cierto grado de autonomía.

La asociación espera lograr los 92.000 euros que desde hace cuatro meses le debe el Gobierno regional para mantener a los 84 usuarios del Centro de Día Ocupacional, en el que desempeñan su labor, entre otros profesionales, psicólogos y especialistas en actividades deportivas. La última subvención que entró en el local en el que la asociación atiende a los usuarios con discapacidades graves fueron los 15.000 euros de marzo. Desde entonces, el colectivo se encuentra a la espera de recibir los 45.000 euros de los tres últimos meses. En el último centro, el de Atención Temprana, en el que se cuidan a niños de entre 0 y cinco años, el último ingreso fueron los 15.000 euros de febrero. Si los recursos económicos escasean en este centro, cuyo mantenimiento y limpieza dependen del Consistorio, los humanos podrían verse mermados en las próximas semanas. Entre los empleados municipales que podrían verse afectados por los despidos masivos que planea el Consistorio se encuentran un conserje y el encargado de transportar a los usuarios. "Todas las Corporaciones locales han contribuido con este centro", rememora Juana María Jiménez, una de las responsables de Aprona. La asociación presta otros servicios como uno de educación especial, otro de intervención infantil y juvenil y uno de hidroterapia, de carácter privado.

"La Junta se solía retrasar en la transferencia de las ayudas, pero nunca había pasado que se demorara más de dos meses. Han dejado de ingresar las subvenciones y no nos han avisado", explica Juana. La otra vía de financiación son las cuotas que aportan los socios, contribuciones "poco significativas en comparación con las subvenciones de la Junta". Los fondos de Aprona se agotan este mes y nadie en la asociación sabe qué pasará en julio y con sus cerca de 372 usuarios afectados entre vecinos de Estepona, Manilva, Casares y Marbella. La Junta de la organización se reúne el viernes para adoptar una decisión. Las noticias que proceden de Sevilla no son halagüeñas. La Junta les ha comunicado que no hay "liquidez en la tesorería" y que desconoce cuándo cobrarán las deudas.