Con la pesadilla del 20 de octubre metida en el cuerpo
Campillos | tornado
Ningún vecino ha podido evitar una sensación de congoja al ver un gran tornado en las cercanías de Campillos y la fuerte lluvia posterior
Málaga/Los vecinos de Campillosno tienen esta noche motivos precisamente para la calma porque no ha pasado ni un año de la enorme tromba de agua que destrozó el municipio y cuyas ayudas públicas, prometidas por el Gobierno central desde entonces, siguen sin llegar.
Fue el 20 de octubre de 2018. A las nueve de la noche ya estaba lloviendo en esta localidad malagueña, pero a un ritmo normal. Dos horas más tarde, sin embargo, Campillos se convirtió en noticia nacional. Durante esa madrugada cayeron casi 400 litros por metro cuadrado en esta localidad y en otras cercanas como Teba. Era una barbaridad y nada aguantaba. Ni los muros de las casas, ni el alcantarillado, ni los vehículos podían circular... El caos en plena noche, con barro por todos sitios y una gran sensación de impotencia.
Muchos vecinos tuvieron que subirse a los tejados de sus viviendas porque el agua entraba con fuerza en sus inmuebles. La tormenta arreciaba y, en medio de la oscuridad, el miedo era libre. En este trágico suceso falleció una persona, el bombero José Gil que trabajaba en labores de rescate. Parece casi mentira que no perdieran la vida más ciudadanos y eso se debió a la importante labor realizada por los servicios de protección civil y por vecinos que, con enorme valor, se echaron a la calle y sacaron sus tractores para rescatar a personas e ir eliminando barro de las calles para que se pudiera circular.
“A nuestro criterio no hicimos nada extraordinario, tan solo actuamos con humanidad”, aseguró el vecino José Carlos Vázquez el pasado mes de diciembre durante la entrega de los premios Malagueños de Hoy que este diario les concedió a los tractoristas y maquinistas de Campillos que ayudaron a sus vecinos poniendo en riesgo sus propias vidas.
“Esa noche no se olvida, fue muy fuerte. Era un río de barro lo que venía, la pared del colegio La Milagrosa había cedido, en el ambulatorio lo mismo, fueron muchísimos litros los que cayeron en solo unas horas”, narraba otro de estos tractoristas, Jaime Gallego, que empezó yendo a rescatar a su abuela, de 84 años, que vivía sola en la parte baja del municipio, que fue la más castigada por las inundaciones, y que, acto seguido, no dudó un instante en pasar el resto de la noche despierto para rescatar a todas las personas posibles con una máquina de pala con la que trabaja en el campo.
La noche del 20 de octubre de 2018 nunca se olvidará en Campillos. La de este lunes tampoco. Afortunadamente no ha sido tan impactante, pero ningún vecino pudo evitar una sensación de congoja al ver un gran tornado en las cercanías del municipio y la fuerte lluvia posterior. La pesadilla está aún muy fresca en la mente.
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