La cueva de Ardales celebra su bicentenario como espacio "único" para el estudio de la evolución humana

Ardales/La consejera de Cultura y Patrimonio Histórico, Patricia del Pozo, ha valorado este viernes la aportación científica y patrimonial de la cueva de Ardales en el acto conmemorativo del bicentenario de su descubrimiento. “Se trata de un espacio único para el estudio de la historia natural y de las primeras ocupaciones humanas, al tiempo que un recurso patrimonial de gran valor, siendo la primera que se abrió a las visitas en España”, señaló en el descubrimiento de un monolito recordando la efeméride.

Indicó que la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico ha autorizado diversos proyectos generales de investigación, incluido el actual, de carácter internacional, en torno al estudio de las condiciones geoarqueológicas y medioambientales de la sima, así como la presencia en ella de sociedades prehistóricas.

“La cueva de Ardales se configura como una de las áreas de mayor interés para la comprensión de las primeras interacciones del hombre con la naturaleza”, manifestó la consejera, que estuvo acompañada por el secretario general de Patrimonio Cultural, Juan Cristóbal Jurado, y por la delegada territorial de Cultura y Patrimonio Histórico, Carmen Casero.

Del Pozo anunció la edición de un cuaderno de divulgación científica para acercar a la ciudadanía el conocimiento generado por la cueva de Ardales en las últimas décadas porque, en su opinión, “las estrategias de conservación del patrimonio que cuentan con el apoyo ciudadano tienen mucho más éxito”.

En esta línea, recordó que “la cueva de Ardales fue la primera de España que se abrió al turismo gracias al impulso de Trinidad Grund quien, a mediados del siglo XIX, en una operación empresarial totalmente innovadora para la época adquirió los terrenos y realizó las primeras adaptaciones en los accesos y la iluminación con vistas a la recepción de visitantes, de modo que completara la oferta del balneario de su propiedad, ubicado en el municipio cercano de Carratraca”.

La cueva de Ardales –también conocida como de doña Trinidad– fue descubierta fortuitamente en 1821 cuando un seísmo dejó libre la entrada. En su interior se ensancha en dos grandes estancias, destacando la llamada Sala de las Estrellas, donde se pintaron las manosaerografiadas y numerosos signos, así como varios animales.

Durante su visita, la consejera visitó también el Ayuntamiento, donde firmó en el libro de honor, y el Centro de Interpretación La Prehistoria en Guadalteba, que expone 550 piezas originales, todas ellas de los yacimientos de Ardales y su entorno.

Esta cavidad malagueña es una de las cuevas con arte parietal paleolítico más importantes del sur de Europa y se han contabilizado ya más de mil representaciones gráficas, tanto abstractas como figurativas, y en el interior se han encontrado además herramientas para el procesamiento de colorantes y fragmentos de pigmentos.