La desaladora de Marbella podrá ampliarse a 20 hectómetros con la estrategia de la Junta

Málaga/La planta desaladora de Marbella pasará de producir 8 hectómetros cúbicos de agua a 12 hectómetros, con un cambio de membranas en los bastidores que ya estaba previsto, y de ahí hasta más de 20 hectómetros, con la instalación de unos módulos dentro de la nueva estrategia antisequía de la Junta de Andalucía.

El presidente de la Mancomunidad de municipios de la Costa del Sol Occidental, Manuel Cardeña, así lo ha asegurado este domingo a EFE en relación al anuncio del presidente andaluz, Juanma Moreno, de la aprobación en el Consejo de Gobierno del martes de la nueva estrategia antisequía con actuaciones de emergencia a corto plazo.

Esa acción incluye desaladoras portátiles en Marbella y la comarca de la Axarquía, y Cardeña ha explicado que en el caso marbellí se aprovechará la infraestructura actual para añadirle un suplemento con los referidos módulos, que ampliarán la capacidad de producción al máximo.

Una medida que ha considerado rápida, al ahorrarse muchos meses por no precisar de autorizaciones y bastar con el acoplamiento de los módulos, y ha añadido que Moreno quería que la desaladora de Marbella duplicara su capacidad, lo que será posible con esos dispositivos.

Según Cardeña, tal ampliación podría estar disponible en pocos meses, al contarse ya con las dotaciones de la desaladora de Río Verde, ubicada en el municipio marbellí. También ha mostrado su confianza en la desaladora y en la conducción de Rojas o autovía del agua, que se ampliará para trasvasar más cantidad de agua desde Málaga capital, para tener un respiro en la situación de sequía, que ha considerado grave, por lo que se plantea seguir trabajando además en la recarga de acuíferos con agua regenerada.

La Costa del Sol Occidental tomó el pasado noviembre medidas preventivas en común entre los once municipios de la zona para afrontar la situación de escasez grave por sequía, lo que se recoge en un bando único para adoptarlas de forma inminente en todos los ayuntamientos al objeto de reducir el consumo de agua.

Se acordó reducir en un 20 % el uso de agua potable y para ello prohibir su uso para riego de campos de golf, jardines y parques -tanto públicos como privados-, baldeos, llenados y rellenados de piscinas, lavado de vehículos (salvo en establecimientos autorizados), fuentes y lagos ornamentales y duchas y surtidores públicos.

El recurso principal de la zona -el embalse de La Concepción- sigue bajando de nivel ante la falta de precipitaciones, por lo que se trata de reducir el uso de agua potable y preservar el volumen almacenado en ese pantano el mayor tiempo posible hasta que lleguen las lluvias y se asegure el abastecimiento a los municipios.