Ecologistas alertan de la 'sopa química', la contaminación 'invisible' que amenaza el Mediterráneo
GENA presenta un informe para visibilizar las sustancias que afectan a la fauna y flora marina
Ecologistas denuncian un vertedero “incontrolado” en Periana: "Es una fuente potencial de contaminación"
Axarquía/El Gabinete de Estudios de la Naturaleza de la Axarquía (GENA-Ecologistas en Acción) ha publicado en su último informe de 251 páginas, ilustrado con gráficos y fotografías, El ecocidio del biota marino por la contaminación invisible: nanopartículas, microplásticos, vertidos, salmueras y ruido. La investigación analiza la contaminación del Mediterráneo español, "una verdadera sopa química que amenaza a la economía azul " y trata de "ayudar a visibilizar" esta problemática que afecta a la fauna y flora marina.
La obra será presentada el próximo día 16 del presente mes, en el salón de actos del Centro de Arte Contemporáneo de Vélez-Málaga y el día 30 del mismo mes en el Museo de Nerja. Es el resultado del análisis de las conclusiones de "una copiosa investigación" que se ha llevado a cabo por instituciones científicas españolas por el Mediterráneo y Océano Atlántico del país, complementada con la, "ya voluminosa", investigación realizada a escala mundial, se adentra sobre una de las formas de contaminación "menos visible y menospreciada por las autoridades, formada por un elenco interminable de sustancias químicas que se vierten diariamente al mar desde tierra y desde los buques", según ha explicado Rafael Yus, biólogo de Vélez-Málaga y presidente de la asociación.
Precisamente la motivación de este informe ha sido la de ayudar a “visibilizar” este tipo de contaminación que afecta a la fauna y flora marina. A esta contaminación química se ha añadido otro tipo: la contaminación acústica de embarcaciones, "cuyos efectos también son ignorados o despreciados".
Esta contaminación es una "sopa química" que amenaza a la economía azul. Yus se refiere con esto, a una forma de representar el mar, como "un disolvente con multitud de productos químicos" (sopa química) que afecta a un "nuevo paradigma de la economía centrada en la explotación, supuestamente sostenible, de los recursos marinos, una vez se van agotando los terrestres" (economía azul).
Cinco capítulos para analizar los vertidos
El libro consta de cinco capítulos dedicados a microcontaminantes como las nanopartículas de los filtros ultravioleta de las cremas de protección solar y los microplásticos producidos por el desmenuzamiento de macroplásticos vertidos al mar.
Un amplio capítulo engloba los productos químicos que son vertidos al mar, en gran parte por los ríos y depuradoras de aguas residuales: metales pesados, contaminantes orgánicos persistentes, pesticidas contaminantes, los disruptores endocrinos, los contaminantes farmacológicos y los hidrocarburos aromáticos policíclicos.
Otro apartado se dedica a los vertidos de salmueras, no solo por el daño del agua hipersalina, sino por otros productos usados en las desaladoras, de próxima aparición en la Axarquía. Un último capítulo se dedica a los ruidos marinos, un tipo de contaminación física, especialmente por las motos acuáticas, que afecta a muchos animales marinos, no sólo cetáceos, sino también a peces. "Todo ello es una seria amenaza a la cacareada Economía Azul", ha expresado Yus.
Denuncias ante las autoridades ambientales
En varias ocasiones esta asociación ha presentado denuncias y quejas sobre estos vertidos a las autoridades ambientales autonómicas. "La respuesta recibida ha sido siempre la misma: las aguas marinas están en perfectas condiciones, como avalan los análisis sanitarios periódicamente realizados por los servicios del SAS”, ha añadido Yus.
"Hemos insistido, una y otra vez, que los análisis rutinarios de las aguas marinas sólo tienen en cuenta los contaminantes que pueden representar una amenaza sanitaria, como las sales y óxidos de nitrógeno, fosfatos, etc., ignorando estos microcontaminantes que no sólo afectan a la fauna y flora marina, sino también al ser humano de forma indirecta, a través de alimentos microcontaminados", ha denunciado el presidente de GENA.
Por ello, según los ecologistas: "Solucionar este problema supone cuestionar pesos pesados de la economía, como es el uso del plástico, la calidad de la depuración de las EDAR, el uso de motos acuáticas, investigar nuevas cremas solares no contaminantes", entre otros asuntos.
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