Vuelven a tapar una fosa común hallada en Villanueva del Rosario por "numerosos" impedimentos

El equipo de arqueología ha localizado ya una decena de cuerpos

Los trabajos se reanudarán cuando se libere un nuevo presupuesto

Localizan dos fosas comunes de la Guerra Civil en Campillos

Amalia Iglesias, Ander Arginberri y Sandra García trabajando sobre la fosa de Villanueva del Rosario.
Amalia Iglesias, Ander Arginberri y Sandra García trabajando sobre la fosa de Villanueva del Rosario. / Alberto Villarejo

Villanueva del Rosario/Los cuerpos hallados en una fosa común en Villanueva del Rosario tendrán que esperar hasta ser exhumados. Un imprevisto en la localización de los fallecidos unido a la laboriosa excavación a mano en una zona de difícil acceso del propio cementerio de la localidad han retrasado las labores de búsqueda y localización y, ya con el presupuesto vencido, han imposibilitado la exhumación.

Por ello, tendrán que volver a tapar la zanja sin extraer los cadáveres. "El problema es que nos han quedado la mitad de algunos cuerpos debajo de la pared y de otras tumbas mausoleo, que tienen una estructura grande de ladrillo", explica Amalia Iglesias, codirectora de este proyecto que en esta primera fase ha contado con la financiación de 33.000 euros por parte de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP).

Un metro y medio de profundidad

Vecinos durante una visita
Vecinos durante una visita / Alberto Villarejo

Al difícil acceso a la fosa, localizada a través de fuentes orales de vecinos del propio municipio, también se le ha unido el hallazgo de un enterramiento ordinario a la misma profundidad –un metro y medio, aproximadamente, cavado a mano–, por el que han tenido que solicitar los permisos pertinentes para también proceder a su prospección.

"El problema ha sido la cantidad de tumbas tan grande que hay alrededor", reitera Sheila Romero, la otra directora del proyecto. "En proyectos idílicos, donde la fosa sale perfectamente centrada, y esta localización se había alterado un poco después de 90 años, y sin tener que bajar a mano un metro y medio, hubiese sido más rápido", reconoce.

A la espera de otro presupuesto

Ambas coinciden en que exhumar en la primera campaña "es complejo", por lo que lo sucedido entraba en las probabilidades. La finalización de los trabajos depende de la liberación de un nuevo presupuesto que permita la finalización de los trabajos ya avanzados. "Una vez que hay resultados positivos, es muy difícil que esto quede así", asegura Romero, adjudicataria de esta primera fase y gerente de Almena Arqueología.

De momento, tendrán que volver tapar los hallazgos en un proceso de conservación y protección de los cadáveres. Entre las ideas que se barajan está, en primer lugar, la de cubrir los restos con geotextil –"un tejido de fibras sintéticas que impide que caiga cualquier cosa sobre los huesos"– para posteriormente cubrir con una "fina capa de tierra cribada".

Otro de los materiales que se plantea para cubrir la fosa es arlita, pero en ninguno de los casos se cubrirá hasta la totalidad de lo extraído. Se trata de una operación que, igualmente, se tendría que haber hecho dadas las circunstancias. Para seguir excavando sobre las paredes y las tumbas que han impedido el avance, deben cubrir los restos para evitar arrojar tierra o pisar sobre los hallados en esta primera fase.

Otra fosa con resultados negativos

Durante las cuatro semanas de trabajo también se ha realizado la excavación de otra zanja en la que la cultura popular también aseguraba que se hallaba otra fosa común. En este caso, los trabajos de excavación en el mismo cementerio no han podido confirmar, de momento, su existencia. "Es un entorno bastante amplio, sin tumbas alrededor, por lo que posibilidades sigue habiendo".

Por ello, con parte del dinero de la financiación, el Ayuntamiento ha contratado a tres trabajadores para realizar diferentes zanjas de sondeo sobre la misma excavación. En concreto, se van a realizar tres: hacia el norte, hacia el noroeste y hacia el este. Un perímetro sin inhumaciones ordinarias que permite llevar a cabo desta operativa.

Una decena de cuerpos

De momento, en la fosa común en la que sí se han hallado cadáveres, se han encontrado una decena de cuerpos. "Es difícil dar la cifra concreta todavía porque debemos ver hasta dónde siguen los cuerpos", explica Iglesias, quien recuerda que también se han encontrado objetos personales como una medallita de una virgen.

Sin embargo, de momento, no se han encontrado restos de metralla, por lo que el equipo arqueológico baraja la posibilidad de que la decena de cuerpos que ya se han encontrado hayan sido asesinados fuera del recinto y llevados hasta esa fosa común. "Uno de ellos tiene una dislocación de cadera bastante importante por lo que pudo ser arrastrado o haberlo tirado con fuerza", analiza Iglesias, también antropóloga física y forense.

La noche del 30 de abril de 1937

Los hechos, según la documentación histórica del municipio, ocurrieron la noche del 30 de abril de 1937 y no es la primera fosa que se desentierra en la localidad. Ya hace una década se exhumaron los restos de otras once personas asesinadas en Villanueva del Rosario durante el 14 de abril de 1937.

Sus restos descansan en un nicho común en el propio cementerio del municipio. Presumiblemente será el destino de los cuerpos de esta segunda fosa cuando finalmente puedan ser exhumados. El Laboratorio de Identificación Genética de la Universidad de Granada (UGR) será el encargado relacionar los cadáveres con sus familiares.

Para ello, los responsables del proyecto ya han recogido una treintena de muestras de ADN de posibles familiares vivos tanto de la localidad como de otras localizaciones adonde ha llegado la noticia. Personas que emigraron y que creen que allí hay restos de familiares suyos que quedaron en el olvido de unos y en la memoria de otros.

Una inhumación religiosa sobre la misma fosa

El equipo de arqueología encargado de la búsqueda, localización y exhumación de la fosa común de Villanueva del Rosario se llevó una sorpresa durante la excavación. Una vez hallado el primer cuerpo asesinado durante la Guerra Civil, la orientación del mismo indicaba que el yacimiento seguía en dirección noroeste, justo hacia una tumba sobre propio suelo de tierra del cementerio y de cuya identidad sólo se tenía una pista: las iniciales de R.R.R. sobre una cruz. Según el análisis preliminar y sobre el terreno -una vez conseguido los permisos pertinentes para su exhumación-, se trata de una mujer de una edad en torno a los 70 años cuya inhumación de ritual se tuvo que realizar "pocos años después" de lo sucedido en la fosa común. El hallazgo presenta otra particularidad: los encargados del enterramiento de R.R.R. partieron aquellos huesos de la fosa común que se interponían en la zanja donde posteriormente enterraron a la mujer. Sobre el ataúd, volvieron a lanzar los huesos, que ahora se han hallado en una posición de libre albedrío y son los únicos que han podido exhumar. "Había mandíbulas, costillas, huesos de piernas, brazos, muchas vértebras... Restos de los represaliados, pero totalmente mezclados", enumera Romero, cuyo equipo los ha depositado en distintas bolsas que se enviarán al laboratorio para intentar "individualizarlos lo máximo posible".

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