La historia de Manuel, un vecino de Cártama al que la DANA destruyó la caravana en la que vivía
Voluntarios recaudan fondos para que el afectado, que tiene 60 años y "lo ha perdido todo", pueda rehacer su vida
La primera DANA ya deja casi 1.000 reclamaciones por daños en Málaga, la mayoría en la capital
La tragedia de las últimas inundaciones ha dejado cicatrices en muchos hogares. La tormenta que a finales de octubre arrastró en zonas como Cártama coches y anegó fincas y viviendas -con personas que tuvieron que ser rescatadas en los tejados para escapar de la crecida del río- también descubrió historias de resiliciencia y solidaridad. Manuel, uno de los damnificados, vivía en su caravana, que quedó destruida por los estragos de las fuertes lluvias. No solo perdió su vehículo, sino también su hogar. Y media vida. A sus 60 años, en medio de la tragedia, se volcó con las familias más afectadas por el paso de la primera DANA en la provincia. Era uno de los voluntarios más implicados. "Quitó barro como el que más", relatan en declaraciones a este periódico quienes han cooperado con él codo con codo. Hasta que un día “levantó la mano” y confesó que también él necesitaba ayuda. “Tenía la caravana en un terreno y lo había perdido todo. Estaba destrozada”, detalla uno de los voluntarios que pide colaboración. Su historia no se había conocido hasta ahora.
Manuel solo cobra el subsidio por desempleo. Un grupo de vecinos, sensibilizados por su situación, ha decidido poner en marcha una campaña de recaudación de fondos para tratar de reconstruir su vida. El reto de la iniciativa es conseguir 3.500 euros para comprarle una nueva caravana, arrasada por el barro. Hasta ahora han conseguido unos 500. Mientras encuentra un nuevo hogar, el hombre malvive en una casa de aperos que una familia utilizaba para guardar herramientas. "Su situación es límite. Es una persona generosa que ayuda a todo el mundo y ahora ya no tiene a dónde ir. No quiere estar en el foco mediático, pero su caso nos ha conmovido", precisa el voluntario.
"Hay fango y más fango”
Aquel 29 de octubre, la caravana de Manuel estaba estacionada en un terreno de Estación de Cártama, una de las zonas más castigadas por el temporal. En cuestión de horas, el barro la cubrió en su totalidad. “Este era mi cuarto de baño, la supuesta cocina y el saloncito. Hay fango y más fango", relata el propio afectado en un vídeo que grabó poco después de que la tormenta descargara con fuerza y las lluvias arrastraran sus muebles hasta el exterior. “Esa nevera estaba llena de comida y bebida”, dice con desconsuelo. Y al tiempo, señala que el agua subió varios metros, inundando el habitáculo. "No sé por dónde empezar. En una cuba blanca tenía mis cosas personales", se lamenta.
Aunque Manuel "no quiere estar en el foco mediático", los voluntarios han difundido las imágenes para recibir una aportación. Están indignados, denuncian, porque no han recibido la ayuda municipal que esperaban para poder desescombrar los muebles y el barro de sus casas. Son ellos, remachan, los que más se han ocupado de trabajar en las viviendas afectadas. “El barro lo hemos quitado nosotros”, asevera. El Ayuntamiento, sostiene, les ha habilitado una nave en el recinto ferial de Cártama Estación “como punto limpio improvisado”, pero, resalta, “allí no se puede descargar”. “Necesitamos un punto con góndolas”, añade.
1.000 reclamaciones por daños
Las consecuencias de la riada provocada por la primera DANA que castigó a la provincia de Málaga se siguen cuantificando. Tres semanas después de aquellas lluvias torrenciales, ya son unas 1.000 las reclamaciones registradas en el Consorcio de Compensación de Seguros. En concreto, hasta la semana pasada se presentaron un total de 955 peticiones por parte de afectados que tenían un seguro en vigor. La mayoría de los expedientes corresponden a la capital, mientras que el resto se reparte entre Álora (167), Benalmádena (143), Cártama (114), Alhaurín de la Torre (52), Pizarra (37) y Torremolinos (36), según los datos que maneja la Subdelegación del Gobierno.
Las solicitudes de indemnización por desperfectos en viviendas y comunidades de propietarios forman el grueso, con un total de 578. Les siguen aquellas relacionadas con perjuicios en vehículos, con 238, además de las reclamaciones por las consecuencias de las fuertes precipitaciones en comercios, almacenes y restos de riegos (113). También industriales y oficinas (25) han recurrido al Consorcio.
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