Un incendio en una cuneta provoca 10 kilómetros de retención en la A-7 en Fuengirola

La cercanía de las llamas a la vía ha obligado a cortar la circulación en dos carriles, aunque ya ha sido restablecida en uno

Las necesidades 'básicas' para la movilidad de Málaga: mejora y ampliación de más de una decena de accesos a la A7

Atasco en la A7 por un accidente. / DGT

Los conductores que transitan desde primera hora de la mañana por la A-7, a la altura de El Higuerón, en Fuengirola, no están teniendo más remedio que armarse de paciencia. El incendio de una cuneta, diseminada de palmeras y matorrales, ha provocado hasta 10 kilómetros de retención tras ser necesario cortar la circulación de dos carriles en sentido Málaga, según informan desde el Centro de Gestión del Tráfico.

A esta hora (11:30), sin embargo, las llamas están causando caravanas de unos 8 kilómetros, ya que ha podido ser restablecido el tráfico en una de las dos vías.

El fuego, según apuntan desde 112 Andalucía, se ha declarado en torno a las 10:00, hora desde la que el centro coordinador ha recibido unas treinta llamadas alertando de lo sucedido. Hasta el lugar de los hechos se ha desplazado tanto a Bomberos de Fuengirola para su extinción como a Guardia Civil de Tráfico para gestionar el paso de vehículos.

"Estás en un atasco, pero sigues en el paraíso", el anuncio que 'aprovecha' el problema de tráfico de Puerto Banús

"POV: You're stuck in traffic, but still in paradise", o, en español: "Estás en un atasco, pero sigues en el paraiso". Letras blancas sobre fondo negro en un gran cartel que preside uno de los puntos de más atascos de la provincia de Málaga: la A-7 a su paso por Puerto Banús, donde confluyen la propia entrada a la zona de ocio, con los embotellamientos que se producen a la entrada a San Pedro y su soterramiento.

Es la peculiar forma que ha usado la inmobiliaria de lujo Norma Franck para publicitarse en la Costa del Sol. La empresa, con sede en Marbella, Estepona, Los Ángeles y Estocolmo; cuenta en su página web con apartamentos casas y villas que van desde el medio millón de euros hasta pasar los 15 millones.

Y no le hace falta venderse mostrando una de sus super mansiones, sólo un cartel negro en el que, tirando de humor, invita a relativizar el incómodo momento de estar parado, o casi en la carretera; aunque a priori no pudiera parecer que alguien con el bolsillo lo suficientemente grande como para plantear gastar 15 millones en una residencia pueda pensar en un atasco dentro de su concepto de paraíso.

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